La distancia no es el fin ~Minho SHINee ♥

Extraños

(TN)

Aquí estoy en la cama de un completo extraño, que conocí ¿hace cuanto? ¿12 horas? No sé, aunque el tiempo con el parece que es eterno. Ha sido de mis mejores días en Londres, paren, creo que el mejor. Hace tiempo no lo pasaba tan bien como hoy, Minho se ha portado tan bien conmigo. Lo que no quita que tenga ganas de matar a Cath por esto, aunque primero le cuento todo lo que pasó hoy y luego la mato. Ok, mejor no. Siento que Minho se mueve en el sofá, quizás tampoco puede dormir o está incomodo.

-Minho? Estás dormido? – pregunto susurrando.

-Si – me responde en un susurro. Sonrío tontamente.

-Okey, sigue así entonces.

-¿No puedes dormir? – me dice desde la sala.

-No, estoy preocupada por Cath. ¿ y tú? ¿Por qué no puedes dormir?

-El sofá es algo pequeño para mí, creo.

-Ay, porque no lo dijiste antes, ven a dormir a la cama entonces – pienso en las palabras que acabo de decir. Solo hay silencio hasta que aparece en el umbral de la puerta.

-Yo me voy al sofá – digo rápidamente.

-No, quédate – me dice mientras se acuesta a un lado de la cama. Me quedo quieta y me vuelvo a recostar. Ambos nos quedamos mirando, recostados de lado, está oscuro, pero aun así creo verle los ojos, sus ojos gigantes. Nos separa algo así como medio metro. Mi corazón late deprisa, no se que hacer.

-Minho? – le digo.

-Ah?

-Estoy loca por dormir con un extraño en la misma cama. – puedo notar que sonríe.

-Somos dos locos entonces. – Sonrío también, se siente agradable, me dan ganas de acercarme más.

-Tengo mis manos heladas – me dice mientras pone una de ellas sobre mi mejilla. Me estremezco ante el contacto físico. Realmente está frío. Le cubro la mano con la mía, que tiene mejor temperatura y sin pensar en lo que digo le respondo:

-Ven, acércate.

Ahora estamos a solo unos cuantos centímetros, puedo sentir su respiración. Creo que también está nervioso. Sin decir nada me abraza, mi cabeza en su pecho hace que escuche su corazón latir con fuerza. Levanto la cabeza para ver sus ojos y me topo con su sonrisa, sus labios me llaman a besarle. No me puedo resistir. Junto mis labios con los suyos, son cálidos, me reciben felices, al menos eso creo. Al principio es un beso tierno, luego ambos entreabrimos nuestras bocas para conocernos mutuamente. Me abraza con más fuerza, realmente me siento en el paraíso, no quiero que termine, pero debo respirar. Me alejo un poco para tomar aire y aun estando todo oscuro puedo notar que sonríe y me dice al oído:

-Desde el primer momento que te vi quise hacer esto – me sonrojo y estamos tan cerca que se que puede notar el calor salir de mis mejillas.

-Ahora confirmo totalmente mi locura al estar besando a un extraño – sonrió también. Nos besamos nuevamente y así nos quedamos profundamente dormidos.