Cintas de VHS.

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NOTA:Esta historia es larga pero la lei y me parecio muy buena espero que la disfruten su sensual escritor se despide.

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Muchos dirán que estoy loco, que solo es producto de mi imaginación o simplemente dirán que puedo padecer de esquizofrenia. Pues no es así, yo les voy a contar mi verdad, mi historia si es que así lo prefieren. Me pueden decir todo lo que quieran, y asumo plenamente que esto parecerá imposible de creer. De todas maneras, acepte esta entrevista con mi doctor, que es el encargado de cuidarme durante mi estadía (por así decirlo) en el Hospital Psiquiátrico de Lowood. Me hizo algunas preguntas y yo enganche rápidamente, y le conté todo desde el principio hasta el final.

Me llamo Christopher Wagner Marshall, tengo 21 años, actualmente no tengo profesión, me gusta realizar documentales con mis amigos, en eso es lo que mas destaco. Vivía en Palo Alto, pero por motivos de trabajo y "estatus" económico, mis padres y yo nos mudamos a Santa Mónica (California). Sin embargo, fueron ellos mismos quienes me encerraron aquí, según ellos fue por el bien mió. No pude resistirme y no tuve otra opción. Desde entonces, no tengo comunicación con mis padres desde hace 6 meses, no tengo idea como estarán ellos, seguramente disfrutando de la vida, y yo, pudriéndome en este hospital viejo e irritante. A veces pienso que me dará una locura extrema y moriré en el acto.

Era una mañana fría de Noviembre, todo se volvía extraño en la habitación donde me tenían custodiado, escuchaba gritos de pacientes quejándose, era insoportable. Hacía demasiado frío, las brisas del viento entraba por la ventana y traspasaba esos barrotes sucios y oxidados, hasta llegar a mi nuca. Sentí la brisa como que si me estuvieran tocando, mientras yo escribía en mi diario pero, era un día tan frió que no tenía las fuerzas para seguir escribiendo. Oculte mi diario abajo de mi cama, sentí pasos al otro lado de la habitación, la cerradura de la puerta se abrió lentamente, y para sorpresa mía era el doctor que quería hablar conmigo sobre lo que paso esa extraña noche del mes de Mayo. Me condujo a una sala, donde había una mesa con dos sillas blancas, unos gigantescos ventanales que alumbraban por completo la sala, y un paisaje eternamente hermoso por la cual se podía contemplar grandes arboles del tamaño de una torre las cuales estaban rodeados por una densa neblina. El doctor me pidió amablemente que me sentará, accedí obviamente. Lo primero que escuche del doctor fue: –Buenos días Sr. Wagner, espero que se sienta cómodo y dispuesto con esta entrevista para que me cuente detalle a detalle lo que paso hace 6 meses atrás.– Y en verdad, paso meses de lo ocurrido, pero no quería contar nada, de todas formas aproveche este momento de tranquilidad y confianza que tenía con mi doctor, para contarle toda la verdad.


Después de unos segundos, el doctor expresó: –Estamos listos Sr. Wagner, puede comenzar en cualquier momento, si no recuerda del todo... puede tomar un breve descanso para intentar recordar. No estamos apurados en escuchar sus acontecimientos.

Empece a relatar lo sucedido: Ocurrió de forma exacta el 19 de Mayo del 2012, me preparaba para grabar un documental de forma solitaria, mi propia producción, sin ayuda de nadie. Estuve largas horas pensando de que se iba a tratar mi nuevo documental, como es de costumbre, fui al patio trasero de mi casa, me acosté en el suave pasto y teniendo la mirada fija hacia el cielo, me permitió pensar tranquilamente, lejos del estrés, hasta que al fin se me ocurrió algo que iba a llevar a cabo. Entre a la casa, pero en ese instante recibí un mensaje de voz de un amigo, era Lucas, me pidió un favor enorme, un favor que dependía de mí, el me dijo: –Hola Christopher, necesito que me hagas un favor, ¿te acuerdas de la tienda de vídeo que fuimos a ver? pues, necesito que retires unas cintas de VHS que están encargadas a nombre mió, sino fuera molestia, ¿podrías retirarlas? ya que salgo muy tarde del trabajo, pero no te preocupes, mañana pasare a tu casa a retirarlo.– Genial, en ese momento supe que ya se había arruinado mi plan que tenía propuesto. Como era mi mejor amigo, obviamente no le iba a decir que no, y no lo iba a defraudar. Así que tuve que detener el proyecto.

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