Capítulo 3. El Señor Styles

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Gabriela
El teléfono sonó, al momento de descolgarlo supe que era el señor "desconocido", en otras palabras mi jefe el señor Styles -buenos días señor Styles- conteste con una voz un poco nerviosa ya que acababa de llegar y no sabia si él ya había llamado antes -Necesito los estados financieros que autorice ayer en mi escritorio en 2 minutos- seguido de eso colgó el teléfono, desesperada aventé mi bolso por ahí y comencé a buscar los papeles, yo era una persona muy organizada, pero en este momento el pánico me cegó y no los encontraba, después de un momento vi que estaban arriba de la impresora, los tome y a paso veloz me dirigí a la puerta del señor desconocido, toque dos veces como siempre lo hacía y entre, camine al escritorio y no había nadie como siempre, los acomode y di media vuelta, en ese momento lo vi, media más de 1.85, no era muy musculoso pero aun así hacia babear a cualquiera, tenía unos ojos hermosos color verde, un cabello lleno de rulos, color café, perfectamente bien arreglado, estaba perfectamente vestido de negro, no traía cinturón y tenía una mirada que hizo que inmediatamente bajara mi mirada, no sé cuánto tiempo pasó, pero reaccione y me dirigí a paso apresurado a la puerta, al salir me recargue en esta y no pude evitar preguntarme a mí misma si todas esas veces que he entrado a su oficina él ha estado ahí mirándome.
Que tonta era, como no me di cuenta antes y yo pensando que nunca lo iba a conocer, el teléfono sonó -Oficina del Señor Styles, ¿en qué le puedo ayudar?-
Y así continuó el día, agendando citas y recibiendo llamadas, mire el reloj y era mi hora de salida, tome mis cosas y me dirigí a esperar el elevador.
Seguía pensando en lo tonta que era que no me di cuenta de que alguien estaba a mi lado y que estaba deteniendo la puerta del elevador para que yo pasara, le agradecí y me adentré a este, me quedé helada, era el otra vez, -¿Sótano 1?- me preguntó, las palabras no salían de mi boca así que solo asentí y murmuré un pequeño -gracias-
Mientras bajábamos me di cuenta de que yo en realidad no iba al sótano 1, si no a la planta baja para poder tomar el transporte público hasta mi apartamento, rayos, dentro de mi mente imaginaba los posibles escenarios, uno de ellos era que presionará el botón PB, eso me convertiría en una tonta y posiblemente se daría cuenta de que su presencia me afectaba en algún punto, otro escenario era que bajara con él y fuera caminando al auto más lejano para que él se fuera y yo regresará tranquilamente a la planta baja, creo que el más acertado era el segundo plan, así que llegamos al sótano 1 y el detuvo la puerta para que yo pasara, -gracias- murmuré y me dirigí a un coche blanco que visualice a lo lejos, voltee sigilosamente para ver si se había ido a algún otro lugar e inmediatamente me detuve al ver que no estaba ahí, mi corazón empezó a acelerarse y comencé a mirar a todos lados, no había rastro de él en ningún lado, camine de vuelta al elevador y antes de tocar el botón para llamarlo me detuve y decidí que era mejor subir por las escaleras, era solo un piso.
Al llegar a mi departamento, deje mi bolso en un sillón y fui a tomar un poco de agua, todo este tiempo he estado pensando en el, hoy era viernes, por lo que mañana no trabajaba y estaría descansando.
No podía dormir, seguía pensando en él y a dónde se había ido, así que me levante y puse una película para poder distraerme un poco, a la mañana siguiente me desperté a eso de las 10:30 de la mañana, hoy tenía ganas de salir, así que me levante y me metí a bañar, decidí ponerme un pantalón de mezclilla entubado, unos zapatos sencillos sin tacón, dorados y una musculosa blanca, me maquille un poco, me seque el cabello y decidí dejarlo suelto, lo tenía largo y castaño con destellos rojos en el son, tome un suéter dorado y mi bolso con mis llaves de la casa,
Me dirigí al centro comercial y llegue a un starbucks, ordene un frappe de café con crema batida y un panini clásico de jamón con queso y me senté cerca de la ventana a tomar mi desayuno tranquilamente, me puse a pensar que debía cambiar mi celular, ya se trababa mucho y se la pasaba todo el día en mi casa pegado al contacto de la luz, ya que su pila no le duraba nada, había estado ahorrando y podía darme el lujo de comprarme un nuevo teléfono, decidida camine a la tienda de Apple y compre un iPhone 6S de color rosa, ya que era el que estaba de moda, le compre una hermosa funda y protecciones adelante y atrás, también contrate un paquete en AT&T, junto con un nuevo número, sentía que había hecho la compra del millón, llegue al departamento feliz e hice mi primera llamada a mi mama contándole que tenía un nuevo teléfono y que anotara mi nuevo número, luego llame a mi papa que se encontraba justamente a lado de mama y le conté lo mismo, me felicito y nos pusimos a platicar un largo rato, después le marque a Jane, conociéndola debía de estar en alguna cita con alguien pero no me importaba molestarla, le llame y contesto con una voz adormilada -¿Jane? ¿Estás bien?-
-¿quién habla?- no podía creer que siguiera en la cama esa floja -soy Gaby, ¿sigues en la cama?-
-¿qué? Obvio no... Ash está bien si, ¿de dónde me estás hablando?- me levante y conecte el teléfono a la luz ya que se le estaba acabando la pila -de mi nuevo teléfono, fui de compras, anota mi número- comenzó a reírse -¿tú? ¿De compras? No puedo creerlo, debiste de haberme llamado para ir contigo-
-mmmm sigues en la cama Jane, ¿qué no tienes hambre?- me reí un poco y dijo -claro que si ahora que me lo recuerdas, ¿porque no vamos a comer algo? y después ya sabes vamos por ahí de fiesta- volví a reírme -ay Jane, te acepto lo de la comida, pero lo de la fiesta lo voy a pensar- soltó un bufido y dijo -no seas aguada ya veras como te convenzo-
Después de eso, Jane pasó por mi en su auto y nos fuimos a comer a un restaurante italiano, -Oh vamos Gaby, acaban de abrir ese nuevo antro- dijo Jane por milésima vez -mmmm está bien Jane vamos pero no tengo nada que ponerme-
-No te preocupes me tienes a mí, iremos de compras y luego a mi casa, contratamos un servicio de taxi para que nos vaya a dejar al antro y nos regrese a mi casa, te quedas a dormir- y así fue como Jane me llevó por el gran camino oscuro.

Gracias por leer, arriba hay una foto del
Señor Styles.
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D.

Un jefe desconocido | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora