Un Nuevo Día

Capítulo 1. Mi nombre es...

A estas alturas del tiempo no recuerdo quien me creo, solo recordaba la narración que me hacía cada día sobre cómo me había creado, incluso ahora los detalles eran algo difusos

“Mi mayor aspiración era lograr lo que jamás nadie había soñado, todos los escultores dejan algo de si en sus obras, pero aunque eran hermosas y trascenderían por la historia ninguno había logrado llenar de vida su escultura, yo lo haría, yo sería el mejor escultor de la historia, quería que mi obra fuera la mejor y más conocida del mundo, así que tomé un trozo de mármol tamaño natural y comenzó la afanosa tarea de crearte, había escogido a más de diez modelos y ninguna me había terminado de gustar tenía que ser perfecta y todas tenían uno u otro defecto y tú no podías tenerlo, debías ser el ser más perfecto en la historia de la humanidad, fueron meses y meses de arduo trabajo, y estabas siendo bellísima, primero esculpí tus hermosos pies, estaban calzados con unas hermosas sandalias al puro estilo griego, estaban cruzados el uno sobre el otro en tus tobillos, fui subiendo y esculpí tu túnica pegada a tu cuerpo que debía ser hermoso, bien proporcionado, bellísimo, con una cintura estrecha, y ahí comenzó lo difícil, porque debía esculpir tu cabello, tenía que ser hermosamente largo, como una diosa, todo el tiempo que me llevo hacerte valió la pena” en ese punto de la historia yo ya tenía un par de ojos que miraban altivamente, una nariz recta que apenas lograba ver, unos pómulos altos y elegantes, solo me faltaba un detalle…

“una boca, eso es todo, una…” escuche como algo caía al suelo, un ruido que reconocía como el del martillo y el cincel golpeando mi piel de mármol, después de ese día no volví a sentir aquello sobre mi piel, yo era su mayor obra, según decían los hombres que se ponían entorno mío, era una lástima que muriese antes de terminarla, pero yo estaba terminada, casi terminada, y estaba viva, casi viva, era la mayor obra de arte jamás antes vista, pero ellos no lo entendían, tomaron mi cuerpo entre varios hombres fuertes y me sacaron de aquel estudio que tenía tanto tiempo de ver, me colocaron en una plaza, y por un tiempo fui la mayor atracción de todas, pero poco a poco y con el paso de los días eso se acabó y solo me volví una escultura más en una plaza de Italia.

------------------ siglos después ----------------------

Lo vi paseándose por la plaza, nunca había visto a un hombre así, y miren que a lo largo de los siglos había visto pasar infinidad de hombres, pero este hombre era diferente, tenía con una cámara como casi todos los turistas, pero no se veía como si buscara algún lugar o pose, si no como si se escondiera, tenía una de esas cosas extrañas que usa la gente cuando hace frio, solo que el sol está muy fuerte y justo en la mitad del cielo, así que debía de morir de calor, su cabello estaba largo y solo dejaba ver sus ojos, miro hacia mí con curiosidad y comenzó a caminar en mi dirección… me miro desde todos los ángulos, o al menos eso creo fue lo que hizo porque podía sentir el viento golpearme de diferentes direcciones y luego él se colocó frente a mí y se quitó lo que cubría su rostro, sonrió y se colocó unas cosas oscuras en los ojos y cubrían gran parte de su rostro nuevamente, de pronto como si supiera que yo podía oírle comenzó a hablar

- el calor es insoportable -dejo un espacio en silencio- espero que no te importe que me siente a tu lado -nuevamente silencio, podía verlo con el rabillo del ojo- cierto no me he presentado, soy descortés, mi nombre es Jang Geun Suk, edad 26 años, nacionalidad coreana -en mi mente le respondí, mi nombre es Andrómeda, o así quería mi creador que me llamara, edad 20 años o esa era la edad que quería aparentara, o si, nacionalidad bueno… creo que estamos en Italia- es un alivio estar contigo

Después de eso él se quedó callado todo el rato, desde el instante que se sentó conmigo hasta que las sombras casi me alcanzaban, bajo de un salto y me sonrió cubriendo nuevamente su rostro

- Te veré mañana -se despidió agitando la mano y hecho a caminar, había sido un lindo día, silencioso pero por primera vez lindo.