Lo prometo.

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Recordaba ese día a la perfección, las palabras que le había dicho, el tono de voz que utilizó, como lo hizo encender la cámara solo para ver la expresión que tenía. Ese día fue uno de los más confusos para él. No sabía exactamente como sentirse al respecto. Lo único que sentía era ese vacío en el pecho que tanto le sofocaba, al igual que unas inmensas ganas de soltarse en el más profundo llanto. No iba a permitirse hacerlo, porque había hecho una promesa, ambos había prometido.

Esa mañana se había levantado más temprano de lo usual, quizá el destino le estaba tratando de decir algo. Se ducho, cambio y desayuno como acostumbraba. Después de su rutina encendió el ordenador y su móvil, en donde se percato que tenía un montón de mensajes de su compañero, quien se encontraba en España en ese entonces. Por un momento pensó lo peor, hasta que notó que solo quería que se conectara a skype.

Fue lo primero que hizo, entrar a skype. No hubo necesidad de llamarlo, la ventana de llamada salió en cuando el castaño vio que se había conectado. No hablo mucho al principio dejo a Guillermo hablar, quería saber si iba a ir a España en las siguientes semanas, tenía un mes que no se habían visto, un mes de que Samuel había regresado a España.

-Entonces hable con el animador y me dijo que estaba de acuerdo en el cambio de la canción. Tengo que comenzar desde cero chaval. Debiste de ver la cara de Jordan cuando le dije que la canción seria en español. Me hizo prometer traducirla toda.

Había transcurrido una hora de escuchar al pelinegro hablar como un niño pequeño contando una historia, la diferencia es que Samuel tenía frente a él a un adulto que estaba contando unos de tantos proyectos que tan gustoso y feliz le hacían. Se odiaba por tener que ser él la razón de su próxima cara neutral, por quitarle el brillo de sus ojos negros, la sonrisa ladeada que pone cuando recuerda algo que le hace gracia, sus mejillas sonrosadas cuando está feliz.

-¿Chiqui puedes poner la cámara?

-¿Para?

-Quiero verte.

https://www.youtube.com/watch?v=fR6zH67IJ68 / Somewhere only we know, Elizabeth Gillies.

Era verdad, quería hacerse responsable de lo que estaba a punto de decir, ser valiente y agarrar ese valor para decirle las cosas bien y de frente. Afrontar el ver esa cara de neutralidad que tanto odiaba que pusiera o esa cara de niño que hacía cuando las cosas se desmoronaban frente a sus obscuros ojos.

-¿Pasa algo Vegetta? Hoy no estás tan animado como te conozco chaval.

-Tengo que decirte algo.

-Dime ¿Pasa algo malo?

-Yo... voy a quedarme en España. No creo volver a Los Ángeles.

Así fue como perdió el brillo, la sonrisa, el ligero sonrojo...

-Pe-pero ¿Qué dices?

-Lo siento.

-Me dijiste que era un mes y pico ¿Qué pasó?

-No terminé de adaptarme, estoy muy lejos de todo, lo único que me hace estar ahí eres tú. Pero los golpes de realidad que tenía cuando salíamos eran cada vez más fatales tío. Ya no podía.

-Me lo prometiste.

-Lo sé niño ¿Sabes que mas prometí? No ser un gilipollas y es justo lo que estoy haciendo. Willy mira a la cámara.

-Vegetta yo....

-Mírame. No quiero fallarte pero lo estoy haciendo ahora. Mira la pulsera ¿Qué paso ese día?

Lo prometo [One Shot Wigetta].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora