CAPÍTULO 9

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-Sophie, ni se te ocurra o acabarás mal parada-me dice mirándome fijamente mientras intenta aguantarse la risa.

Sin hacer caso a su "advertencia" me acerco y le hago un chupetón. "Sophie, ¿Le acabas de hacer un chupetón al chico por el cual llevas coladita tanto tiempo?"

"Pues claro que sí, ahora déjame que me concentro" Una vez acabo mi diálogo interno me separo de él mirándolo con una sonrisa triunfante.

-Dónde las dan, las toman-le digo en un vano intento de levantarme, puesto que cuando me dispongo a hacerlo me coge de la muñeca y me tira encima de él.

Nuestras caras se quedan a escasos centímetros de separación. Noto que mi respiración se empieza a acelerar. "Ay Dios, espero que no lo note" Nos acercamos lentamente, el ambiente se ha vuelto tenso pero es... agradable, y cuando me dispongo a besarle suena la puerta.

-Oh, mierda-mascullo entre dientes-Qué oportuno.

Los dos nos levantamos y nos miramos unos instantes antes de salir de mi habitación "¿Qué ha sido eso?"

Abro la puerta y me encuentro con Marc, está algo nervioso y lo invito a pasar.

-Ey Marc, ¿Que haces aquí?¿Pasa algo?

-Sophie, estás... Esto... No llevas camiseta.

-¡Mierda!-, me voy corriendo a la habitación y me pongo lo primero que veo, acto seguido vuelvo a la puerta,- Disculpa, me olvidé por completo.

-Eh... no, no, sólo... te gustaría...¿te gustaría salir a dar una vuelta?

-Claro, por qué no, ¡David, voy a salir, prepara pizza para cuando llegue!

-¡Que te lo has creido, te la preparas tú solita!-me responde a gritos entrando a su habitación, no sin antes clavarle una mirada penetrante a Marc.

-Serás idiota...- murmuro mientras cojo las llaves.

Cierro la puerta y nos dirijimos al parque que hay cerca del bloque de pisos.

-Y...¿a qué se debe que quieras dar una vuelta conmigo?-digo para romper el hielo.

-La verdad quería preguntarte una cosa, ven-me arrastra hacia un banco y nos sentamos los dos en éste.

-Dime entonces.

No me responde y veo cómo se va acercando lentamente a mí, y sin yo poder reaccionar, me besa. Un beso que en cierto modo pide permiso para poder continuar. Mientras yo sigo sin saber bien qué hacer él se apresura y me acerca más, intentando abrirse paso con su lengua dentro de mi boca. Cuando puedo reaccionar lo aparto de un empujón dejándolo desconcertado, y es así como me siento yo ahora mismo: desconcertada.

-Perdona, pensé que querías y que yo te gustaba, lo siento.

-No... Ni siquiera nos conocemos... No pasa nada, pero creo mejor me voy... Sí, adiós.

Y sin dar tiempo a que me responda nada más me alejo de él. Ese beso... me ha gustado, no sé bien por qué me he apartado. He de hablar con él seriamente. Mañana se lo diré. ¿Y si le doy una oportunidad y salgo con él? ¿Pero y si no es el chico que parece ser? En verdad no lo conozco mucho y... No, no, no. Sophie, no le conoces de NADA, lo acabas de conocer y ni siquiera habéis hablado más de tres veces, olvídate de eso. Y luego está David... ¡No importa! Ya pensaré mejor las cosas más tarde cuando tenga las ideas centradas y ordenadas.

Llego a mi portal y subo para ir a casa y un olor a quemado me invade las fosas nasales. Subo corriendo y sale de dentro de mi casa.

-¡¿PERO QUÉ PASA AQUÍ!?-entro y veo humo que sale de la cocina.

-Lo siento-, veo a David con una pizza quemada en la mano- yo intenté hacerla y se me olvidó que la tenía en el horno.

-¡Un día de estos me va a dar un infarto por tu culpa!

Entre hermanos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora