Corazón Ciego - Thomas Sangster

Capítulo 6

Horas mas tarde me encontraba sentada sobre una silla con patrones chillantes en el cuarto de Caroline. Ella estaba frente a mí, acostada sobre el piso y mirando el televisor con gesto aburrido. Realmente, sin prestarle mucha atención. Yo solo mordía mis uñas y miraba hacia todos los lados nerviosamente.

-¿Y bien?- Caroline me preguntó, apagando el televisor con el control remoto e incorporándose hasta quedar sentada con las piernas cruzadas. La miré fijamente.

-¿De qué hablas?- le pregunté mientras inconsientemente mordisqueba mis uñas con más fuerza.

-Tú sabes a lo que me refiero. ¿Thomas?

Al salir de la casa de la señora Tasha, rápidamente comencé a hacer llamadas telefónicas a casa y también a Caroline. Ella me pedía ver la versión corta de mi primer día y yo sólo le di algunos detalles. Como la profundidad de los ojos de Thomas y la gran vista que había obtenido del trasero de Dylan. Para éstas horas, yo ya había obtenido ganas de hablar.

-Uh. No, no sé de qué hablas- Le dije mientras lanzaba miradas cortas hacia el techo y después hacia Caroline. Ella suspiró.

-Recuerda, hace cinco horas me hablaste por teléfono y mencionaste lo loca que te traía ese chico. Realmente tiene que estar muy bueno para que le hayas puesto el ojo encima.

-¡Caroline!- le grité indignada mientras le lanzaba una almohada en forma de serpiente hacia su cabeza. Ella la atrapó y la colocó a su costado- Al decir que él me traía loca, me estaba refieriendo a que realmente él es un dolor de cabeza. Apenas le hablé ¿Cuánto? ¿Cinco segundos? Tal vez menos. Y ya me estaba corriendo de su casa. Él realmente apesta.

-Pero eso no le quita lo ardiente- dijo levantándose del suelo y peinando su oarga melena pelirroja en una trenza. Tuve deseos de tener tijeras en la mano y cortar cada cabello de su cabeza. No estaba celosa, lo juro.

-Claro que sí, además tú no lo conoces. Oh, y dos palabras: Él es- insoportable.

-Esas son tres de hecho. Y tal vez tú seas demasiado insoportable también.

-Oye, ¿Estás de mi lado o qué?- Le dije frunciendo el ceño y bajando mis manos de la boca.

-¿Recuerdas el año antepasado? Cuando aquella tía tuya fue a visitarte durante el verano y su pequeño hijo Charlie quedó ciego temporalmente, porque un amigo suyo le hechó arena en los ojos mientras estaban en la playa. ¿Sabes de quién hablo?- Dijo mientras acomodaba su cabeza en mi regazo.

-Obviamente. Ellos son mis familiares- Lamí mi labio inferior- El pequeño Charlie duró enojado todas las vacaciones y se hechaba a llorar. ¿A qué viene todo esto?

-Bueno, recuerda. ¿Qué pasó después? ¿Acaso no me contaste que un día fueron a la playa y él se rehusó a bajar del auto? Y entonces ahi estabas tú, dispuesta a sacarlo del asiento trasero para que conviviera un rato con ustrdes- Me miraba haciendo una mueca de satisfacción en el rostro. Y ahún no entendía a qué quería llegar.- Vamos _____¿Qué pasó después?

-Él convivió todo el día con nosotros. Le asustaba meterse al mar. Porque en su estado se ahogaría al no ver. Pero...

-Tú estuviste con él. Y no lo dejaste solo. Al final del día él se quedó sentado en la orilla, mojándose los pies y construyendo castillos de arena. Porque ya no sentía miedo. Él sabía que si algo malo ocurría, tu estarías ahí para él.- Caroline dijo orgullosa de sí misma. Ahora ya entendía su punto.

-¿Quieres decir que.... Que debería ayudarlo a enfrentar.... Sus... Sus miedos?

-Exactamente

-¿Y a mí en qué me beneficiaría? Es decir, ni si quiera me cae bien.

-No seas tonta. Entre mas pronto se recupere, terminarás mas pronto el trabajo. Obtendrás el dinero e irás a Oxford. Además, ayudaste a alguien. No es tan dificíl ¿Eh?

No lo había visto de esa forma. Si ayudaba a Thomas, tendría que dejar de verlo. No estaría obligada a ir y cumplir mi trabajo. Porque si solo iba y renunciaba, no obtendría el dinero para Oxford. Solo tendría que dar y recibir. Recibir y dar. Muy sencillo.

-Entonces, ¿Cómo descubro sus... Miedos? Él parece muy duro y cerrado.

-Habla con su amigo. ¿Cómo dices que se llama? Dylan. Si, él. Seguramente sabe todo sobre Thomas. Lo harás, ¿Cierto?

-Por supuesto que sí- Le dije segura mientras me levantaba del sillón y caminaba hacia la puerta. Ésta noche tendría en muchas cosas en qué pensar.

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Perdón si hay faltas de ortografías jajaja.
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