El nieto de la Sra. Robertson ©

CAPÍTULO 24: "Brasil"

HELLO! Bueno, este capítulo va dedicado al amor de mi vida, Logan Lerman <3 porque bueno, hoy es su cumpleaños y estoy emocionada <3 asfhnaofaob. Logan, mi amor, mi vida, mi oxigeno, te amo pibe ♥ O sea que eso quiere decir, que en parte, es el cumpleaños de Charles también xd ♥ 

Espero que les guste el capítulo! Voten, comenten y háganme saber que les pareció <3

Ah, tengo un aviso xd. Hace unos dos días empecé a publicar otra historia. Su nombre es WOLF. A penas la estoy escribiendo porque no tengo tiempo :C. Me encantaría que se pasen por esa historia y me digan que les parece. xd 

Ahora si... 

P O V    C H A R L E S

Suspiré al terminar por fin de cerrar mi bolso para el viaje. No llevo mucho que digamos, pero el hecho de tirarlo todo dentro, sin doblar, sin organizar, si que hace que cueste cerrarla. Eso es lo que pasa cuando haces todo a último momento como lo acabo de hacer yo. 

En una hora tenemos que estar todos en el aeropuerto y yo no tengo como mierda llegar. No quiero ir a dejar aparcado mi auto allá porque cuando volvamos de Brasil, me costará un ojo de la cara el estacionamiento. 

He llamado a Cameron unas ocho veces y ninguna contesta, he llamado a Luke, pero me dijo que todo su auto ya está lleno porque tiene que llevar a todos nuestros amigos. Ah, olvidé de contarlo, Luke a conseguido (no me pregunten como porque no lo sé) que le hicieran un cambio de instituto. Cuando le pregunté por qué hizo eso, me recordó que de niños habíamos prometido que terminaríamos la secundaria juntos. Y porque quiere pasar más tiempo con Kylie. 

Así que ahora no me queda otra opción además de ir al apartamento de Scarlett y rogarle que me lleve. Suspiro y me cuelgo mi bolso por mi hombro, rezando en mi interior porque Scarlett aún esté en su apartamento. 

Mientras el ascensor iba bajando, yo iba poniéndome cada vez más nervioso. Desde que Scarlett ganó el concurso la semana pasada, no hemos hablado mucho. Solo una o dos palabras y el hecho de haberme despertado en el asiento trasero de su auto el día siguiente de una fiesta. Ella estaba durmiendo en el asiento del conductor y el sol empezaba a salir. 

Me río al recordar ese momento. Desde ese entonces no hablamos más. Y no dirigirnos la palabra lo único que hace es que piense cada vez un poco más en ella. Desde que la conocí, estoy en una montaña rusa. A veces va bien, en línea recta, y luego de la nada aparece una bajada en picada, o una subida muy pronunciada, pero lo peor de todo es cuando da giros. Cuando eso pasa, me vuelvo loco, me mareo y me dan ganas de vomitar. 

No me doy cuenta de que estoy en frente de su apartamento hasta que la puerta se abre y una Scarlett con un bolso, una cartera y una mochila aparecen en frente de mi. Está vestida con unas calzas de yoga negras, unas converse blancas, una blusa celeste simple y una chaqueta blanca deportiva atada a sus caderas. Tiene el cabello recogido y va solo con un poco de maquillaje. Mientras más la miro, más hermosa me parece. 

Ella me sonríe a penas y decido hablar.

--- Eh... Hola. -- le digo y sonrío.

¿Hola? ¿Solo eso? Definitivamente tus dones de mujeriego mueren cuando ella está en frente tuyo Thomas. Tienes que actuar natural, no como si su presencia te causara toda una revolución en la cabeza.

--- Hola, Thomas. -- me responde al saludo. 

Cierra con llave la puerta de su apartamento y deja caer su bolso a sus pies. Trago saliva y clavo mis ojos en los suyos. 

Sus labios están rosados y algo hinchados, lo que me da unas tremendas ganas de besarla. ¿Es que a caso no se da cuenta del efecto que tiene sobre mi? No quiero callar toda la vida lo que siento cuando la tengo cerca. No quiero quedarme de brazos cruzados y ver como se enamora de alguien más. Quiero que se enamore de mi. Porque para mi desgracia, creo que eso es lo que me está sucediendo ahora con ella.