La Princesa Encontró A Su Príncipe

Príncipes

Caminaba por los pasillos de Hogwarts, disfrutaba de los últimos días en el castillo antes de graduarme, extrañaría a mis amigos y sus ocurrencias, los ancontecimientos que sucedían cada año desde que Harry Potter ingresó al colegio, el campo de Quiddicht, el bosque prohibido, el lago negro, mis interminables caminatas por los jardines, las clases y los hasta a los profesores, en especial a cierto profesor de Pociones que desde mi cuarto año me traía loca.

Su forma de caminar haciendo ondear su capa, la manera de hablar con esa voz grave que atraería a cualquier mujer, esos ojos negros como dos pozos profundos en los cuales me perdía a veces, en fin, todo de él lo hacía a mis ojos atractivo.

Salí a los jardines, afuera hacía más frío de lo normal, me maldije a mi misma por no haberme puesto aunque sea la bufanda antes de salir, era domingo y los demás se encontraban en Hogsmade, yo había decidido no ir a pesar que sabía que era el último paseo juntos, por lo tanto estab con ropa normal y para nada abrigada. Me abracé a mi misma y seguí caminando, cuando me di cuenta estaba cerca del sauce boxeador tiritando de frío, a pesar de tene mi varita conmigo la situación en la que me encontraba no me dejaba pensar con claridad. De repente a lo lejos una persona vestida de negro caminaba hacia mi posición, cuando estuvo más cerca me di cuenta que era el profesor Snape.

-Srta Braham pretende morir congelada?- dijo con esa voz que me hizo temblar aún más

-N-no e-eraa mi i-intención professssorrr-logré decir mientras mis dientes castañeaban

El siguiente movimiento de Snape no me lo esperaba, se quitó su túnica y me la puso, estaba calentita y olía a él, me guió hacia el sauce boxeador, realizó un hechizo no verbal y el árbol dejó de moverse, me adentró por una abertura debajo del sauce y momentos después estuvimos en una casa en ruinas.

-En dónde estamos profesor?- dije abrazándome más a su túnica

-En la casa de los gritos,se estaba congelando y el castillo está un poco lejos- dijo encendiendo una chimenea haciendo que el lugar se viera más tétrico.

Me acerqué a la chimenea e inmediatamente sentí alivio.

-Gracias profesor- dije volteándo a verlo

-No tiene que agradecer, creí que no quería llegar a su graduación.

-No pensé que me iba a afectar tanto el frío, y por supuesto que quiero llegar a mi graduación.

Nos quedamos callados durante la siguiente media hora, cuando me recuperé le dije a Snape que quería regresar al castillo, me guió por el mismo pasadizo y volvimos a salir al pie del sauce boxeador el cual fue nuevamente inmovilizado por el profesor. Caminabamos juntos despacio y en silencio

-La verdad es que extrañaré todo ésto- dije de repente

-Me lo imagino, de hecho Hogwarts va a perder a una de sus estudiantes más brillantes.

Sentí mi cara más caliente, acababa de sonrojarme

-Gracias, profesor

Mientras subiamos los escalones para ingresar al castillo, resbalé a causa de la humedad, ya estaba a punto de tocar el suelo cuando unas manos fuertes me sostenían por la cintura impidiendo que mi cara impactara el suelo, me incorporé y volteé a ver al profesor, nuestros rostros se encontraban muy cerca, sus manos aún se encontraban en mi cintura, me encontré con sus ojos negros los cuales me veían con intensidad, bajé mi mirada avergonzada, Snape me tomó de la barbilla haciendo que nuestras miradas se volvieran a encontrar, se acercaba lentamente a mi hasta que sus labios se juntaron con los míos.

Me sorprendí al principio, pero al final me dejé llevar, era mi momento soñado, Snape me estaba besando!. Mis manos encontraron su nuca intensificando el beso mientras que él me apegaba más a su cuerpo, pero la falta de aire nos hizo separarnos. Él dejó su frente pegada con la mía, yo sonreí

-Finalmente encontré a mi princesa.

-Y yo finalmente encontré a mi príncipe.