Ya habían pasado dos días desde que mi padre me encontró en el sofá de casa destrozada... seguro que os preguntareis...¿Por qué la famosa Tres reventó el Camaleón contra la entrada de los juzgados? es bastante sencillo, estaba borracha.
El día que por fin condenaron a Alberto estaba triste... me hundí... salí a beber... y lo siguiente que recuerdo es estar disfrazada de Tres y conduciendo el Camaleón a toda velocidad... ¿qué pensaría Alberto si se enterara de lo que le he hecho a la pobre furgoneta?.
-¿Estas bien cariño?- Me preguntó mi padre preocupado al ver que no hablaba
Estábamos en su coche, le pedí que me llevara a un sitio... no tuve que convencerle de nada... el solo acepto que yo fuera Tres... tampoco hizo muchas preguntas.
-Si... bueno nerviosa- Respondí sinceramente
-Es normal, ¿seguro que es lo que quieres hacer?-
Recordé los primeros días desde que Alberto fue detenido... tuvimos una eterna pelea Luis y yo... le echaba en cara que él era Uno y que debía encargarse de los Robófilos ahora... pero él no quería, quería irse y ya esta... aunque claro todo cambió cuando le nombraron jurado del caso de Alberto... al final vino arrepentido... y dijo que no debía dejar que los Robófilso acabaran en el olvido, pero que él no podía con la carga del liderazgo, que fuera yo, Tres la que hiciera que resurgiéramos, con o sin Alberto...No me sentía preparada, ellos habían perdido a un lider pero yo a un amante... y por eso mismo me emborrache y destrocé el Camaleón... pero antes acepté, Dos estuvo de acuerdo, quería ''vengarse de la sociedad''.
-Es lo que debo papá- Le respondí
-Vale cariño- Respondió afectivamente
Vi los edificios pasar...quizás os preguntéis si odiaba a mi padre por ser el culpable de detener a Alberto... no, si no hubiera sido él hubiera sido otro... era cuestión de tiempo.
-¿Piensas que hacíamos lo correcto?- Le pregunté a mi padre
-Pienso que era la única forma de rebelaros contra toda esta... mierda- Respondió sin perder la vista al frente ya que estaba conduciendo.
-Pensaba en ti... cada vez que jodíamos un poco a esos cabrones... aún recordaba lo que me dijiste-
-¿Lo que de dije?- Me preguntó
-Si... cuando Antonio se tiró de aquel avión y dijo que debíamos cambiar el mundo... pensé que ya era el momento... me pediste que esperara al momento adecuado para cambiarlo... para rebelarnos contra todo lo que ha hecho a la sociedad... lo que hicieron a mama...- Dije apenada.
-Mama lo decidió así...fue culpa suya-
-Pero no pudiste hacer lo que querías- Le solté indecisa por que decir exactamente
-¿Y que quería hacer?- Preguntó aun sabiendo ambos la respuesta
-Partirle al cara a cada uno de esos soplapo...-
-Esa boca- Me interrumpió
-Perdón...- Me disculpé irónicamente-Hijos de la gran puta que al estar en un escalón social mas alto que el tuyo impiden que se les pueda tratar como a personas- Dije intencionadamente un insulto mas gordo- Si hubieran sido unos cualquiera les hubieras jorobado la vida... sobretodo al Alcalde... se lleva riendo de ti desde que te nombró jefe de policía...- Quizás me pasé y él no quería oír esas cosas.
-Tranquila... tienes razón- Dijo para mi sorpresa
-¿Entonces es el momento papá?... ¿Es el momento de cambiar el mundo?-
Justo paró el coche al llegar a mi destino.
-¿Y que quieres?...¿Qué sea un Robófilo? ¿que vaya por ahí con la cara tapada robando a ricos y dándoselo a los pobres? se suponía que me gustaba ser policía porque hacia justicia...¿Y eso es justica?- Dijo un poco cabreado
-Quiero que seas libre papá... libre como me he sentido yo...con Alberto...-
Mi padre se llevó las manos a la cabeza y resopló.
-Yo encerré a Alberto cariño...-
-¿Y te arrepientes verdad?-
-No...si... no lo sé... esto es muy extraño ¿vale?... quiero... que estes bien...- Me dijo mirándome a los ojos
-Y yo quiero que los dos estemos bien- Respondí mientras abría la puerta
-No te metas en líos ¿vale?- Dijo un poco apenado- Esta noche nos vemos en casa-
-Tranquilo- Intenté relajar la tensión
-Y mucho suerte- Dijo justo cuando salí del coche.
-Gracias... la necesitaré- Dije justo antes de cerrar la puerta y dar media vuelta.
Empecé a andar por aquella acera pensando en que sentía ahora mismo... desde que no estaba Alberto... para abrazarme o sencillamente ahí... en su compañía... tenia los sentimientos a flor de piel, podía estar furiosa y contenta al mismo tiempo... ha sido de la primera persona de la que me he enamorado así... y con quien perdí mi virginidad... evidentemente no era una relación sana... pero algo era algo... con él me sentía... libre... y ahora esta en la cárcel... irónico.
Avancé hasta llegar a la entrada y llamé al timbre... estaba nerviosa... mi padre no me aconsejó venir... pero debía hacerlo... debía...
-¿Sí?- Respondió una señora al abrir la puerta-¿Quien eres?-Supongo que sería su madre
-Hola... soy una conocida de Verónica- Mentí- ¿Esta en casa?-