Juegos de Ladrón

Capitulo 18

Nicholas 

-¿Por qué tengo el extraño presentimiento de que estás planeando algo?-Preguntó Matt mientras me veía desde el otro lado del escritorio.

Separé mis ojos del título de propiedad que tenía en mis manos para mirarlo.

-Estoy leyendo los papeles para comprar un terreno-Dije.

-No creo que sea eso, Nick.

Parpadeé, si le decía lo que iba a hacer probablemente se molestaría y volvería con temas que no nos iban a llevar a ningún lado.

-No estoy planeando nada más-Dije lo más tranquilo posible.

-¿Seguro?

Asentí con la cabeza. 

-¿Cien por ciento seguro?

-Ya te dije que no-Dije mientras rodaba los ojos.

-De acuerdo, si tú lo dices.

Le sonreí, bueno, al menos esto no me traería problemas todavía.

***

La música sonaba fuerte y clara desde mi escondite entre los árboles del jardín, estaba apoyado contra un tronco mientras observaba el interior a través de los enormes ventanales, podía distinguir a Jules en el interior, sin separarse ni un segundo de Lottie y rechazando cada propuesta de baile, y no podía evitar sonreír cada vez que lo veía, era divertido y gratificante verlos irse con la cabeza agachada y desilusionados.

Una de mis manos arregló un poco el antifaz que tenía puesto mientras suspiraba, si mis cálculos no fallaban (y no lo hacían) Julieta se escaparía del salón dentro de un par de minutos, lo que sería mi boleto para poder hablar con ella, o mejor dicho, para despedirme. Tenía que hacerlo, era lo mejor y lo más sano para los dos, si yo seguía igual de distraído como lo estaba ahora iba a terminar por cometer por un error, y lo último que quería era meter en problemas a mi madre y a Matt, sin mencionar que en serio necesitaba mantener mi paz mental, lo que significaba que tendría que decirle adiós a la Jules que estaba empezando a descubrir, por muy tortuosa, a mi pesar, que me resultara esa idea.

Finalmente uno de los ventanales se abrió y vi como Jules salía a hurtadillas, se veía hermosa con su vestido azul eléctrico y con su cabello suelto a excepción de un par de mechones que despejaban su rostro. Noté como dirigía una mirada al interior del salón antes de empezar a caminar, sin dudarlo la seguí, y mi sorpresa llegó cuando la vi en la entrada de un laberinto hecho de altos arbustos.

Por un pequeño momento temí que estuviera esperando a alguien, pero cuando la vi sentarse en un banco cercano y fijar su vista en el cielo me tranquilicé.

Con cuidado y sigilo caminé hacia ella y no me detuve hasta que estuve detrás de ella.

-Buenas noches, mi lady.

Noté como su cuerpo se tensaba antes de pararse como si hubiera sentada sobre un resorte, ella se volteó y clavó sus ojos en mí.

-¿Qué haces aquí?

-Hola, ¿cómo has estado? yo bien, muchas gracias.

Ella me dirigió una mala mirada, bueno, al parecer no estaba de humor para bromas.

-¿Qué quieres?-Preguntó.

-Vengo a despedirme.

Ella guardó silencio por un par de segundos, y en ese tiempo Julieta no separó ni un segundo sus ojos de mí.

-¿Qué quieres decir con eso de "despedirse"?-Preguntó lentamente.

-A que ya nos he causado muchos problemas, mi lady, lo mejor es que no nos volvamos a ver.