Un Día Inesperado en la Plaza

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Desperté como cualquier otro día, sin ganas de ir a la escuela. Me tomó media hora reunir las fuerzas necesarias para levantarme y cambiarme. A diferencia de mí, mi hermana Isabel tenía la suerte de asistir a la escuela en el turno de la tarde. Ella era dos años mayor que yo y ya tenía 20 años.

Lo único bueno de ir a la escuela era poder ver a mi mejor amiga Mariana, y después del colegio íbamos a encontrarnos con mi otra mejor amiga, Carolina. Me puse mis tenis ya que me tocaba deportes, bajé y mientras desayunaba una taza de café con un pan tostado, terminé mi tarea de matemáticas. Ayer no me dio tiempo de terminarla porque GOT7 hizo una transmisión en vivo en la V app, y no podía perdérmelo.

Cuando vi el reloj, me di cuenta de que ya era tarde. Solo faltaban 10 minutos para las 7 y yo ni siquiera me había peinado. Dejé mi pan tostado a la mitad y tomé mi café de un solo trago, lo cual me quemó la lengua porque estaba demasiado caliente.

Subí a mi habitación para tomar mi mochila y pasé por la habitación de mi mamá para despedirme.

-Mamá... -susurré para ver si estaba despierta.

- ¿Qué pasa? -dijo tallándose los ojos.

-Ya me voy, estoy tarde-

-Toma algo de dinero de mi monedero para que te compres algo en la escuela-

Tomé el monedero que estaba sobre el mueble de la televisión y saqué el dinero para mi pasaje y 20 pesos para comida.

Salí prácticamente corriendo de mi casa, ya que iba retrasada. Si no me hubiera tardado tanto en levantarme, habría llegado a tiempo.

Cuando llegué a la parada del autobús, había un hombre parado a mi lado. Por la forma de sus ojos, parecía ser extranjero. Lo primero que vino a mi mente fue "coreano". Me reí para mí misma al darme cuenta de que siempre pensaba en personas coreanas. El hombre me miró de manera extraña, ya que no fui muy discreta al reírme para mí misma.

El hombre subió a un autobús diferente, pero se le cayó su billetera al subir. Rápidamente la recogí y se la entregué, ya que sin ella no podría pagar el autobús.

-Tome -dije mientras se la entregaba y le sonreía.

-Ggracias- dijo con timidez aquel hombre.

Después de eso, él se fue y yo me quedé sonriendo, ya que no siempre hacía buenas acciones todo el tiempo.

Llegando a la escuela, fui corriendo porque ya tenía 20 minutos de retraso. Cuando llegué a mi salón, Mariana me hacía señas de que estaba en problemas, ya que nos tocaba la maestra de inglés.

-¿¡Qué horas son estas de llegar!?- grito la profesora haciendo que todos girasen a ver en mi dirección

-Lo siento, es que... mi camión atropelló a un chico en bicicleta y no nos dejaban salir-

-Está bien, pero te quito tres décimas de calificación- dijo la profesora

-¡¿Por qué?! ¡Yo no tengo la culpa de que atropellaran a alguien!-

-Sí, pe..-

-¿Acaso yo le dije al chico "ve y atraviésate frente al autobús"? ¿Verdad?- interrumpi fingiendo indignación

Está bien, no te bajo nada, pero ya vete a sentar- dijo la maestra mientras retomaba su asiento

Me senté al lado de Mariana, quien se estaba riendo en silencio.

¿Por qué te ríes? -le susurré

Eres muy exagerada -dijo ella mientras seguía riéndose.

Oye -le dije mientras le daba un pequeño golpe en el brazo.

Una K-pop idol (mark y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora