❝LAS APARIENCIAS ENGAÑAN; LARRY❞

Capítulo Once.

Aclaración: Louis tiene 21 y Harry 33. Harry esta próximo a cumplir 34 y Louis sus 22.

Louis conoció a Harry cuando recién cumplió sus 16 años.

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El comienzo de todo.

6 años atrás... (Harry tiene 27, Louis 16)

Harry halaba sus cortos rizos con desesperación invadiendo su cuerpo, gotas gruesas se deslizaban de su cuello hasta los inicios de su camisa blanca, mojando la suave tela, ocasionando que esta se pegara al cuerpo del rizado. Las ansias de ingerir cocaína estaban quemándolo de una manera insoportable.

Recuerda la primera vez que ingirió esa droga, fue con Liam Payne, "amigo" suyo, quien era un asco de persona, drogadicto, alcohólico, mujeriego y arrogantemente hermoso, muchas veces había intentado propasarse con Harry, quien con furia lo separaba de él, nunca permitiría ser dominado.

Si algo tenían claro todas las personas que lo rodeaban, era que transmitía dominancia, tus piernas podían temblar y flaquear con su voz autoritaria, lenta y profunda, sus ojos verdes te hechizaban y te hacían caer sumiso ante sus pies, haciéndolo sentir poderoso. Quizá eso era lo que le traía muchos chicos, o tal vez su incontable fortuna, siendo uno de los abogados jóvenes más ricos del reino unido.

Agarro con desesperación y la respiración agitada el saco de su traje y salió de las oficinas de trabajo, excusándose diciendo con dolor insoportable de cabeza. Partió a su casa y cuando llego a esta, corrió a su habitación, sacando el polvo blanco de su mesita de noche y arrodillándose delante de esta, poniendo un poco de cocaína en la mesita y separándolo con una tarjeta de crédito para luego enrollar un dolar y aspirar el polvo.

La satisfacción inundo su cuerpo, las ganas de follar se hicieron muy grandes, y la idea de salir al prostíbulo de Sugar Baby's le pareció brillante.

***

Mientras tanto en los barrios no muy bajos, el prostíbulo de Sugar Baby's...

"Eres muy bueno bebé, lastima que se note que solo para eso sirves" el robusto soltó con burla y cinismo para salir de esa habitación, dejando dentro un destrozado chico.

El pequeño castaño de apenas 16 camino con lágrimas cayendo por sus hundidas mejillas -debido a la poca hambre que sentía a diario- al baño, se quito las medias de encaje y las pequeñas bragas color lila y las destrozó sollozando, con un enorme rencor inundando su pecho.

Entro en la ducha y abrió el grifo, permitiendo que la lluvia artificial cayera en su rostro de porcelana quebradiza por la corrupción que inundaba su ser, el agua combinándose con sus lágrimas, la esponja de baño siendo lastimosamente pasado por la suave piel del pequeño, tratando de quitar toda suciedad de su piel, de su alma, pero sobre todo, de su inocente corazón destrozado.

Él pequeño salió del baño una vez se seco, totalmente desnudo. Camino hasta la cama y saco de debajo de esta un pequeño bolso donde tenia medias y lencería que él con esfuerzo se compró. Se puso unas bragas rojas, con unas medias negras hasta las rodillas que combinan a la perfección y contrastaba a la perfección con su piel tostada de porcelana.