"El paso del tiempo"
No llevo los días contados, pero se que ha pasado suficiente tiempo como para considerarme dentro de la categoría "Callejero", tristemente, no fue algo que yo escogiera, las cosas se dieron de tal manera que... Terminé así, aún recuerdo vagamente la vida que llevaba, y mi antiguo ser, todo era más alegre, incluyéndome a mi, la vida tenía un color más brillante, ahora parece estar opacandose.
Hoy escuche un nuevo refrán, decía algo así; "La mente tiene su propio lugar, y en sí misma puede convertir al infierno en cielo, o al cielo en infierno". Aún no se exactamente a que se refiere, pero hasta el momento me quedaré con lo que entiendo, tengo que tomarlo como una experiencia nueva, puedo transformar este infierno, con sus sucias calles, en un cielo, una nueva oportunidad de ser independiente. He decidido ver mi vida, desde otro punto de vista, trataré de aprovechar mis días de libertad aprendiendo más sobre la calle misma, quiero sentirme seguro al caminar.
Ya sé, parece una locura este cambio tan repentino en mi forma de pensar, pero con pesimismo no llegaré muy lejos, ya estoy cansado de esperar una ayuda que nunca llegará, creo que mi monótona existencia me llevará a mejores resultados, en fin, solo me dejaré a merced del tiempo, para ver como se dan las cosas.
Luego de tanta reflexión, fui camino a un parque, que quedaba a 5 cuadras de mi dulce hogar (por si se preguntan, si, me sigo albergando en esa cajita), donde fui en busca de algún "Pariente", con el cual pueda intercambiar datos sobre esta peculiar ciudad. Para suerte mía, encontré a un pequeño amiguito, era un poco extraño, debo admitirlo, tiritaba bastante, y tenía una mirada asustadisa, pero fuera de eso, parecía ser de confianza, por lo cual me acerqué lentamente para no asustarlo, - Hola - dije precavidamente, -Ho.. Ho.. Hola, Q..Qu..Que qui-quieres de m-mi- dijo con temor, me pareció que no era el tipo adecuado para responder mis preguntas, así que sólo me aleje. Es verano así que como era de esperar, hacía una calor inimaginable, por ende, me di un tiempo de descanso bajo un árbol, desde aquí la vista era perfecta, podía ver todo mi entorno, pero el cansancio me jugó en contra, y prontamente mis ojos no pudieron observar tan lindo paisaje, fue inevitable, el sueño me ganó, tuve que tomar una siesta.
En cuanto logré abrir mis ojos, pude divisar unas siluetas, estaba muy oscuro, debe ser de noche, fue lo que pensé, pero las cosas no son tan fáciles...
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Invisible
RastgeleDe un cálido hogar, a una fría calle, sin quien acudir, pero no todo es como parece. Esta triste y conmovedora historia te hará cuestionarte: ¿Que pasaría si sientes que nadie te ve?