[O.S]

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por 4bril_

por 4bril_

Estaba preocupado por Ruben. Hace días que no me manda ningún mensaje directo, ni un whats app, nada ningun mensaje ningún llamado. Y no quería ir a su casa, tenía que dejarlo pensar. Lo último que hable con el por mensaje directo me lo acuerdo perfectamente.

-Mangel últimamente estas raro, te siento muy alejado de mi ¿estas bien? ¿te ha pasado algo? Me preocupas macho- Si, el tenía razón. He intentado evitarlo desde que me di cuenta de que no siento una simple amistad con el. He empezado a quererlo, a amarlo, como nunca antes lo habia hecho con nadie. Pero seguro no era correspondido. Me quedé mirando fijo su mensaje ¿le confesaría la verdad?
Escribí un sincero "Si me ha pasado algo. Tu me has pasado, tu y tu malditos ojos, tu maldita sonrisa, tu sinceridad, tu risa, tu amabilidad, tu humildad, la forma en la que me haces reír, tus abrazos, tus caricias que tu tomas en coña pero para mi son mucho mas. ¿Quieres saber lo que me paso? Lo que me paso fue que te amo.
Era incapaz de presionar el botón enviar. No me sentía capaz, la vergüenza me consumia. Pero queria mandarselo joder putas contradicciones. Iba a dejar mi movil encima de mi cama sin enviar el mensaje, pero como un error o mejor dicho un "acto fallido", tratando de borrar el mensaje seleccione sin querer el botón enviar. Joder, joder, joder. Mi corazón empezó a latir mas rapido, mi respiración era entrecortada ¿que cojones hice?. Tiré mi móvil a tomar por culo mientras me metía en mi cama tapandome con las sabanas intentando esconderme del error que acababa de cometer. Me quede dormido y cuando me desperte fui a buscar mi celular. Fui a los mensajes de twitter y abri su chat. Lo único que escribió fue "¿Que? Espero que no sea una jodida broma" No supe que responder.

Y después de eso no me llamó nunca mas, no se conectó a twitter, no subió vídeo, coño. Pasó un mes y ni rastro, llame a sus padres y no sabían nada. Mi movil empezó a sonar, y al ver su nombre conteste de inmediato.
-RUBEN- Un gritó salió de mi garganta y empecé a sollozar. Era el.
-Mangel j-joder- Noté algo en su voz, que no habia estado nunca. Una mezcla de dolor, tristeza, algo roto. No estaba bien joder me muero si esta mal.
-Ruben, hablame ¿que paso?- Hablaba atropellado, seguro ni me entendería, pero el dolor de mi corazón era muy fuerte y no me podia concentrar en lo que hablaba.
-Perdón- Fue lo último que dijo y terminó la llamada. No dude mas, no aguantaba esta jodida situación. Me cambie, y me fui directo a su casa. Mientras corría muchas personas se quejaban de lo bruto que era. Pero Ruben era lo único que estaba en mis pensamientos. Llegue y subí las escaleras mas rapido que un puma. Por suerte tenia las llaves de su casa, así que entré y lo primero que vi fue su sillón destrozado, en su cocina yacian platos y vasos rotos en el suelo. Estaba todo oscuro. ¿Le habían robado?. Mi corazón no daba mas, en cualquier momento explotaría de los nervios. La puerta de su habitación estaba levemente abierta. Fui disparado hacia alli y la abri completamente. Ruben yacía en su cama con un revólver en su mano, rodeado en un charco de sangre que manaba de su cabeza. Grité como nunca antes lo habia echo. Desborde en lagrimas.
-RUBEN, MI RUBEN OH POR DIOS ¿QUE HAS HECHO?- Mis gritos eran los mas fuertes que habían salido de mi garganta, no pude mas. Me habian arrebatado a la persona que mas amaba, y lo peor es que el mismo me la arrebató. Me temblaron las piernas y cai libre al suelo. ¿Alguna vez sintieron caer, tan pero tan fondo, que son incapaces de volver a la superficie?. Mis gritos, y mis llantos descontrolados inundaban la habitacion. Divise una carta en su pecho. Entre lágrimas la tome e intente leerla.
Para Mangel: Tu también me pasaste. ¿Que es lo que me paso?. Tú. Y no quiero luchar por algo que nunca sucedera. Asi que como cobarde te abandono, porque nunca podría ser feliz amandote. Perdón.
Me acoste al lado de mi Ruben, mientras miraba su piel totalmente blanca. Yo si podria ser feliz amandolo. Tome su mano mientras me acurrucaba a su lado y le di un leve beso. Agarré el arma que yacía en su otra mano, y fue tan facil como respirar.
Apunte a mi frente.
Disparé.