En busca de mi Libertad #C12-16

3. Piezas de rompecabeza

Au Revoir - One Republic

Connor

El agua llega hasta mi cintura dejando la mayor parte de mi cuerpo fuera de mi vista, el olor a putrefacción llena mis pulmones causándome insistentes arcadas pero trató de ignorarlo, a mi derecha se encuentra un tubo gigantesco por el cual baja agua, o al menos antes lo era, inundando el espacio en donde estoy de pie y a mi izquierda hay una especie de túnel por el cual el agua sigue su rumbo.

Miro arriba y trato de alumbrar con mi linterna el agujero por el cual caí y en el cual Emilyd está, pero hay demasiada distancia y la luz se pierde en la densa oscuridad.

Escucho como escombros caen de la alta pared pero no escucho ningún movimiento de Emilyd y un miedo se aviva en mi pecho al pensar siquiera que algo le paso a aquella castaña de ojos azules tan adorable.

- ¡¡Emilyyyyyd!! —. El eco de mi voz resuena en el lugar pero no percibo ninguna respuesta de Emilyd, mi cuerpo tiembla por la angustia por lo que nado hasta la pared y trato de trepar pero al segundo movimiento me hundo de nuevo, golpeo la pared haciendo que miles de escombros caigan sobre mi cabeza, no escuchar su voz me estaba afectando más de lo que pensaba y solo han pasado minutos.

> Vamos Emilyd, dime algo —. Ruego a la densa oscuridad que envuelve mi alrededor, apoyo mi cuerpo en la pared buscando alguna razón por la que no baje pero por más que le dé vueltas y vueltas el resultado era desagradable... Aterrador en realidad.

Me hundo, por más desagradable que sea, en el agua cerrando mis ojos, dejo mi cuerpo flotar y siento como la tensión en mi cuerpo se va desvaneciendo, al igual que el aire en mis pulmones, escucho el palpitar de mi corazón en mis oídos y sin aguantar más salgo del agua tomando una gran bocanada de aire, aparto mi cabello mojado de mis ojos y vuelvo a mirar hacia la inmensa oscuridad.

- Vamos Emilyd por favor, te necesito — Mis súplicas se escuchan aunque fueran susurros...

Una luz llega mis ojos y los cierro instintivamente, escucho el grito de Emilyd a medida que cae y luego escucho como se hunde en el agua, nado lo más rápido que puedo pero estaba bastante lejos, al no verla salir del agua algo se aferra a mi pecho, una gran necesidad de tenerla en mis brazos y saberla bien. Al estar cerca de ella me hundo y saco su cuerpo, siento sus brazos aferrarse a mi cuello mientras su cuerpo se sacude en intermitentes espasmos, paso mis brazos por su pequeña cintura y la acerco lo más que puedo a mi cuerpo mientras la llevo hasta la orilla, la dejo descansar en mi regazo y tomo su rostro entre mis manos.

- ¿Estas bien Em? —, Busco sus ojos pero estos miran a cualquier parte menos a mí —, Mírame —. Sus ojos eran dos tonos más oscuros de lo habitual y el brillo de éstos se había desvanecido, el miedo en su mirada es tan palpable como su agonía.

Sus ojos se tornan vidriosos y escucho como de sus labios se escapa un sollozo mientras hunde su rostro en el hueco de mi cuello, sus manos se aferran a mi franela y trata de acercarme más, con una de mis manos acaricio su cabello castaño, nuestros cuerpos están tan cercas que podía sentir como su corazón latía apresuradamente, siento como su agarre en mi cuello se va aflojando y en tan solo segundos tengo su cuerpo laxo entre mis brazos.

Separo su cuerpo de mí para poder ver su delicado rostro pálido mientras sus labios carecen de ese color rosado que los caracteriza, paso una de mis manos sin poder evitarlo por su quijada, su piel es tan suave y cremosa que no logro apartar mi mano y emprendo un nuevo rumbo desde su frente, por su nariz, por sus mejillas que ahora comienzan a colorearse de su habitual color y finalizando en sus labios entre abiertos... Aquellos labios que piden a gritos ser besados.