The Way I Love You | myg.kth

VIII

YOONGI

Dos horas. Y si logré dormir al menos una, fue una total hazaña.

Seokjin entró a mi habitación como si de la propia se tratara, solo para levantarme e ir a ayudar a preparar el desayuno. Tardo una hora más o menos en conseguir que saliera de mi cama, y medianamente de buen humor <tolerable, por no decir medianamente detestable>. Después me mandó a despertar a los cuatro restantes, como mi terapia mañanera de control inexplicable del mal humor, Namjoon estaba en la sala "despierto" no sé desde qué maldito momento, pero el se perdía del placer de ser despertado por mi delicadeza. Camine primero a la habitación de las ratas escandalosas dos y tres <y todavía se atreven a juzgar el que yo no limpie mi habitación. No tan seguido como debería> tome del suelo un par de almohadas y le lance a la cabeza una a cada uno. Si yo estaba de humor no feliz, el mundo debía arder para ponerme un poquito contento, y ni así se conseguiría.

Después de escuchar sus quejas y ver un movimiento en la cama de cada uno me adentre a la habitación de Hoseok <el templo de la limpieza y santuario del orden> me senté a su lado para mirar lo bien que se veía durmiendo, descansando en la nube del sueño, no sé durante cuanto tiempo. Me puse de pie asustado por la pesadilla de escuchar a Jimin gritar el nombre de su... de Hoseok desde tan temprano. Sin saber la razón exacta por la que termine dentro del armario, sudando frío dado a lo absurdo de la situación. Él es mi mejor amigo, no tengo razón real de porque ocultarme cuando su novio viene a hacer lo que Jin me había ordenado hacer con todos. Por un pequeño espacio pude ver como Jimin tomaba asiento justo donde yo estaba hace un par de segundos, luego se acerco lo suficiente a Hoseok como para incomodarme, era su momento, íntimo y todo, era de ellos, y yo solo estaba metido en su armario siendo testigo de un amor que no me correspondía. Mire dentro del pequeño lugar creyendo que así podría desaparecer aunque sea un poco, dejarles la mínima privacidad que todos aquí nos merecemos. Tuve la repentina sensación de comprender el estado emocional de Taehyung, no sé porque, creí sentirme igual de pisoteado por la desgraciada vida. Seguí ahí después de escuchar sus risas confidentes, tranquilas e íntimas que tenían el adorable hecho de regalarse el uno al otro. Abandonaron la habitación cuando la voz de Jin nos llamaba desde la cocina, de mal humor por la falta de comida.

Espere tal vez unos muy largos minutos antes de salir. Llegue arrastrando lo pies a la cocina y tome asiento junto a <un zombie> Jungkook. Tenía en su rostro un gesto que además de cansancio, expresaba una tristeza que hacía mucho no le había visto cargar, y me recordó a mí mismo hace unos minutos dentro del armario de Hoseok <tan triste y derrotado>, los ojos rojos y estaba más dormido que de costumbre <tan jodido>.

-¿Y Taehyungie?- pregunto Jimin mientras masticaba un pedazo de comida salpicando un poco. Algo tan asqueroso que hasta Jin interrumpió su proceso de felicidad digestiva para darle un "ligero" golpe en la cabeza <seguro hasta se le acomodaron ideas que ni tenía>.

-Esta en el armario, durmiendo tan extrañamente. El letrero que siempre me pone estaba allí esta mañana. - hablo Jin después de haber tragado un pedazo de fruta, salpicando también tan grotescamente <nadie tan atrevido, o estúpido suicida, para golpearlo como él a Jimin>.

- ¿No quieres que lo llame a desayunar? - si no fuera porque mi desayuno se veía tan lindo en el plato esas miradas que todos me dirigieron <incluso el musculoso durmiente> me habrían incomodado, tal vez hasta hacerme sonrojar.

- No... no hace falta tanta amabilidad Yoongi. Tae no ha dormido mucho los últimos dos días, prefiero que descanse, le dejaré su desayuno en el microondas. - Jin me miraba como si fuese la cosa más rara que ha visto en los últimos días. Así como yo miraba a mi desayuno, incapaz de destruir esta bella obra de arte.