Epílogo

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Alzado de las cenizas, yacía el ya reconstruido reino del bosque verde. A su mando contaban con el rey Legolas, con su mano derecha a Lady Tauriel y sus tres hermosos hijos. Pasaron veinte años, y en veinte años los elfos habían logrado mucho gracias a las decisiones de su rey.

Pero bueno, ¡Dejemos ya de hablar de royalidades, política, economía y desarrollo!  Tenemos que ir al punto más importante de esta historia.  La familia real, tranquilamente, se decidió a salir a uno de los jardines juntos,  no es que no pasaban tiempo al exterior para que hagan tal cosa, solo que amaban el tiempo en familia. Con el reino en su mejor época salir al jardín delantero era algo exquisito, de ahí se veía absolutamente todo el pueblo, era hermoso.

Entonces estaban todos ellos ahí, pasando el rato, hablando, riendo, bromeando y jugando un poco. Y luego decidieron practicar tiro al arco. Trajeron los arcos y usaron un árbol como diana, Tauriel por su parte se quedó a un lado expectante, ya que estaba con su pequeña hija en los brazos, tenía a la edad de los hombres como tres años y medio, casi cuatro pero era una elfo callada en su mayoría del tiempo, pero eso no le quitaba nada de su increíble personalidad juguetona. Entonces los hermanos lanzaron la primera flecha, las dos exactamente en el mismo lugar, y siguió así por un largo tiempo hasta que el cielo se ponía más y más oscuro. Cada una de sus flechas probablemente estaban divididas por unos cuantos micromilímetros. La niña elfo miraba quieta como cada flecha llegaba exactamente al mismo lugar. Fue en ese momento y eso le sorprendió a su madre que saltó de la banca en la que su madre le había sentado hace unos minutos.

Saltó y fue directamente hacía donde se encontraba su hermano más cercano, y era Halndruil. La pequeña abrazo las piernas de su hermano y rápidamente miró hacia arriba y estiró una mano.

-  ¡Dame, dame!- Fueron sus palabras.

- ¿Qué?- Preguntó su hermano.

- ¡Tu arco!-dijo su hermana.

- Ah, esto. No Itarille,  esto aún no es para ti, muy peligroso.  Espera a ser más grande y yo mismo te daré las lecciones de arquería.- dijo Halndruil con una sonrisa asomada en el rostro.

-  Bueno, para esta pequeña guerrera el tiempo acabó, vamos a dormir melleth nin. -Dijo su madre. A lo cual ella no protestó y solo se acercó a su mamá.

- ¡Mae govanen!- exclamó la pequeña antes de irse.

Su madre la llevo por los pasillos del palacio hasta llegar a la habitación de ella. Calmadamente la alistó para dormir, la puso en la cama.

- Quiero ser una guerrera, ¿Puedo?- fueron las inesperadas palabras de la princesa.

- ¿Ahm? Bueno yo no quiero decirte que no, pero es algo que te puede sacar momento malos, corazón.- Dijo su madre arreglando la sábana.

- ¿Por?

- Si quieres que te cuente algo en especifico, no puedo, nunca lo haría. Pero dejame decirte que ser guerrera no significa solo pelear, vivir sabiendo que el mundo es un peligro, porque bien no te cargan las muertes que causaste porque todos son feos orcos. Pero hay luz sobre eso, ves a la gente levantar sus esperanzas hacia arriba después de una tragedia que habría dejado abajo a la mayoría, pero déjame decirte algo, lo mejor para mi de ser una guerrera era seguir mi instinto de aventura, salvar y ayudar personas. Eso era lo que yo quería,  solo hay que esperar y ver que es lo que tu corazón decide.- dijo Tauriel mirando a los ojos de la pequeña.

- Está bien, pero aún quiero ser guerrera.- dijo Itarille y produjo una risa en Tauriel.

- Como tu prefieras, corazón - Dijo, e hizo una breve pausa. - Descansa, y sueña bien. Te veo mañana corazón.

- Hasta mañana.- dijo la pequeña cuando su madre cerró la puerta.

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Aiya gente!!!

Y de milagro la muchacha decidió actualizar. Solo quería decir que fue un honor escribir para ustedes y aprecio que me hayan soportado bastante con mis atrasos al actualizar ejejeje. Si les gustó, creo tener dos historias más de este tema en mi perfil pero la mayoría ya debió leer el one shot,  así que solo tengo uno! Es sobre la vida pasada de Tauriel, ejejeje no se ustedes vean.

Con esas palabras me despido.  Alguna palabra en elfico mal escrita me disculpo luego reviso.

Y bueno Chao!

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