Don't Go Away

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―Jimin. ―La voz de Yoongi le hizo mirar sobre su hombro, hacia atrás.

Su mejor amigo estaba parado a pocos metros de distancia con una mano guardada dentro de su abrigo con intención de mantenerla caliente y con la otra sosteniendo un paraguas rojo. A pesar de ser otoño, ya era casi finales de esta estación por lo cual hacía más frío y habían más lluvias y su respiración se podía notar en el aire.
Jimin, no dijo nada y volvió a voltearse con la mirada baja y vacía ¿Cuántas veces más se iba dejar lastimar? A veces quería ser como Yoongi, nunca lo había visto salir con nadie, y es que siempre le repetía: "No quiero lastimar a nadie y no quiero que me lastimen", eso era todo para que viviese cómodamente una vida de jóven adulto soltero.
Luego de pensar un rato sintió un calor a su lado, se fijó y Yoongi lo miraba con una mueca que parecía decirle "te ves ridículo, estúpido". Este cerró su paraguas cuando estuvo bajo el techo y lo dejó de lado.

― ¿De nuevo? ―Le preguntó cuando llegó a su lado, sabiendo lo que había ocurrido.

Porque todo lo había visto... de principio a fin. De hecho, si hubiese sido como antes, ya habría intervenido pero confiaba en la fuerza de Jimin.

―De nuevo. ―Jimin le afirmó con ironía, intentando no balbucear. Sentía sus piernas débiles y sus ojos empezaron a temblarle.

Yoongi suspiró y le dió un golpecito suave detrás de la nunca.

―No te rebajes a eso, idiota. ―Le susurró de una forma tranquilizadora, que sólo él podía lograr hacer.

Yoongi aún tenía su mano en su nuca y cuando iba a alejarla de él, Jimin colocó sus dedos alrededor de la fina muñeca de su hyung, indicándole que no lo hiciese y no dejase de acariciarle el pelo cosa que sin saberlo Yoongi había comenzado a hacer.
Jimin cerró sus ojos, algo más relajado por la caricia en su cabeza y dejó caer a su cuello de lado, apoyándose en el estómago de Yoongi, quién aún parado a su lado, suspiró y siguió peinándole con los dedos. Se limitó a observarlo, cada detalle de su rostro era maravilloso.
Tenía una expresión que aparentaba estar tranquilo y que todo estaba bien pero no era así, y ambos lo sabían, no cuando lágrimas silenciosas y brillantes, involuntariamente empezaron a brotarle de las esquinas de los ojos cerrados a Jimin para deslizarse por sus mejillas y caer de su rostro al piso. Yoongi dejó de acariciarle y Jimin abrió sus ojos algo rojos, confundido al notar que la caricia de Yoongi había acabado. Este se sentó a su lado y suspiró.

―No seas estúpido Park Jimin. ―Gruñó Yoongi.

Cualquiera podría ver que este sólo lo estaba regañando como un padre regaña a su única hija cuando un novio la hacía llorar. Pero, Jimin podía notar la vacilación y preocupación en su voz.

Yoongi sacó un pañuelo del bolsillo de su abrigo y con él intentó ser lo más suave cuando comenzó a pasarlo por los ojos de Jimin, quitando los rastros de lágrimas. Jimin le sonrió tratando de verse bien frente a su hyung pero sólo logró formar una mueca adorable que también era triste.

―Jimin... ―Yoongi suspiró, volviendo a guardar el pañuelo. Volvió a posar un brazo sobre sus hombros y a acariciar su cabello sedoso lentamente.

― ¿Qué, hyung? ―Jimin preguntó con bajo ánimo, mientras volvía a cerrar los ojos con la relajante caricia.

Volvió a recostarse sobre Yoongi, abrazándolo fuertemente de la cintura y escondiendo su cara en su cuello. Debía admitir que adoraba hacer eso, su perfume era adictivo. Exhaló lentamente con la boca, cosa que hizo que a Yoongi se le erizara la piel y le diese un cosquilleo.

Dead Leaves ||Yoonmin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora