Mi novia la miedosa (C.G #1)

Capítulo 11: ¿Qué quieres que haga?

Entro a mi casa enojado, tiro la mochila en el pasillo e incluso ignoro a mi padre ¿Quién? ¿Yo? Ignorando a mi papá, eso es nuevo.

―¡Len! ―Me detiene poniéndose en frente de mí.

―¿Qué? ―Bajo la vista para disimular mis emociones que disparan para cualquier lado.

―¿Qué sucede? ―Me mira serio.

―Nada. ―Le sonrío.

―Entonces... ¿No te molesta que le diga al ama de llaves que deje pasar a Ryan a la casa, no? Digo, le cerraste la puerta en la cara.

―Ah, ¿sí? ―digo indiferente―. No me di cuenta. ―Finjo no haberlo visto aunque es obvio que si lo hice.

―¿Lo dejas pasar, sí o no? ―Me observa fijo esperando una respuesta que no quiero contestar.

―No ―exclamo seco, lo cual no es normal en mí.

―¿Por qué? ―Mi padre me mira expectante.

―Porque nos peleamos. ―Claramente aún no llegamos a eso, pero es seguro que ocurrirá si lo veo justo ahora.

―Len... ¿Qué te he dicho de discutir? Además, las cosas se aclaran, no se dicen en el aire y ya está, quizás quiere explicarte algo, no sé qué fue, pero esa no es la forma de tratar a un amigo.

Bufo resignado y luego sonrío.

―Tienes razón, que pase.

―Bien, estaré en mi despacho si me necesitas ―dice satisfecho y se va.

Órdenes son órdenes, aquí voy, me doy vuelta y veo como el ama de llaves le abre la puerta a Ryan.

―Hola ―dice serio.

―¿Qué? ―digo molesto.

―Me cerraste la puerta en la cara ―me replica ¿Con qué derecho? ¡Eso no ha sido nada! Soy yo el enojado, que termine de una vez, que no quiero escucharlo.

―¿Y? ―exijo para que termine.

―Lo admito, me pasé ―comienza con su "discurso"―. Pero yo te lo dije, te dije que la había visto primero, así que no puedes culparme, sabes como soy Len, me conoces. ―Es cierto, pero me molesta igual―. Me gusta desde principio de año, tú comenzaste a verla después, no te enojes ―dice avergonzado.

―¿Y por qué ahora? ¿Por qué negarlo cuando te lo pregunte?

―¿Qué querías? ¿Qué lo grite a los cuatro vientos? ―Ahora él se enoja, esto se pone feo.

―No, pero lo hubieras dicho antes. Además, si te gusta tanto como dices ¿Qué haces saliendo con otras?

―Eso no te importa. ―Me señala más enojado.

―Ryan ¿No tienes sentido de autocontrol? ―Lo miro entrecerrando los ojos ¡¿Qué le pasa?!

―Y a ti te falta menos control, idiota amable. ―¡Ya empezó! Esto no va a terminar bien, me estoy enojando más y hoy no tengo paciencia.

―¡No! Parece que perdí mi control. ―Frunzo el ceño.

―¡Ja! Míster amable ha desaparecido ¡Qué chiste! ―me provoca.

―Si no has venido a disculparte, ¡será mejor que te largues! ―Le señalo la puerta.

―¡¿Y ahora me comparas con Tef?! ¡No soy Tef, Len! Yo vine hasta aquí, no me fui como él sin ninguna explicación. Estoy aquí porque soy tu amigo o mejor dicho, quiero seguir siéndolo.

Yo suspiro cansado y me pongo a pensar más calmado.

―No puedo pensar... ¿Qué quieres que haga?

―No tienes por qué estar celoso, ella ni me quiere ni en figuritas. Es para ti, intenté disculparme y no pude decirle nada, no me deja. ―Mira al suelo triste, parece que le afecta, pero yo no puedo hacer nada en mi posición, solo...

―Solo puedo decirte que... ―Sonrío―. Seguimos siendo amigos.

Él frunce el ceño.

―¡Maldita seas! ¡¿Por qué me perdonas tan rápido?! ¡Tu amable existencia me irrita! ¡Deberías haberme pegado! ¡¿Qué te pasa?! ¡Estúpido amable! ―Se enoja y me grita, yo solo me río, aunque esté diciendo eso sé que está feliz, así lo demuestra, así es Ryan.

―Parece que se divierten. ―Aparece mi padre―. ¿De qué hablaban? ―Sonríe.

―De su novia. ―Ryan me señala y yo me sobresalto ¡¿Por qué le dice?!

―¿De su novia? ¿De eso estaban discutiendo? ―Se sorprende y luego me mira―. Len ¿Por qué no me contaste? ―Vuelve a mirar a Ryan―. Tengamos todos una cena, jovencito, ven con una chica. ―Entonces me observa a mí―. Y tú trae a tu novia. ―Sonríe―. ¿Qué les parece mañana? ―Otra vez mira a mi amigo―. Los estaré esperando encantado.

¡¿Qué?! ¿Cena? ¿Mañana? ¿Tere? ¿Ryan? ¡¿Qué?! Dios y todos los santos, por favor ¡¡Sálvenme!! Mi cerebro está atrofiado ¡No tengo tiempo para esto! Ahora sí, estoy acabado.

Por cierto ¿A quién traerá Ryan a la cena de mañana? Solo el cielo lo sabe, y solo sabré qué pasará, cuando el momento llegue ¿Qué es lo que voy a hacer? Pues esperar.