No mires atrás.

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*06:17 a.m.*

Se pregunta qué hace despierta a esas horas. Supone que estaba soñando algo, aunque no sabe el que, ni si era bueno o malo. Sólo sabe que no tiene ganas de seguir durmiendo. Así que, sin hacer mucho ruido, se levanta de la cama y se sienta en la silla frente al ordenador. Lo enciende. De fondo aparecen ellos, dándose un cálido beso. Parecen tan felices… Abre una carpeta que pone: “Tú, yo, NOSOTROS”. Él sale sonriente en casi todas las fotos. Empieza por la primera foto. Cada foto es un recuerdo. Un recuerdo, y una lágrima, que acaban dibujando una media sonrisa. “No llores porque terminó, sonríe porque sucedió”. Esa frase que tanto le había ayudado siempre, hoy no le sirve. ¿Por qué han acabado así? Estaban bien juntos, la gente también decía  que quedaban realmente bien como pareja. Estaban muy enamorados, Derek de Emily, y Emily de Derek. Llevaban casi un año juntos… ¿Qué pasó?

Ah, sí, ya lo recuerda. Ella. Apareció ella. Esa zorra que le quitó lo que más quería en su maldita vida, su mundo. La persona con la que podía mostrarse sin fingir. Con quien reía sin parar. Con quien hacia tonterías sin importarle las miradas de los demás. La persona por la que más había sentido, se la quitaron. Rompe a llorar. Para ella, todo esto es muy difícil. Ya ni se hablan, y todo, por culpa de ésa.

Ahora sólo quiere apagar el ordenador y lanzarse a la cama a llorar. Pero, ¿de qué le servirá? De nada. Se fue, se fue sin más, se esfumó. Ni las lágrimas van a conseguir que lo tenga a su lado de nuevo, felices como si llevaran juntos toda una vida.

*En otra habitación, a la misma hora…*

Él tampoco puede dormir. Últimamente, le cuesta dormir más de tres horas seguidas. Y la culpa la tiene ella. No sale de su cabeza. Aparece su nombre en cada pensamiento, en cada suspiro, en cada paso que da… ¿Por qué la dejó escapar tan fácilmente? Ni él lo sabe. Se dejó guiar por las apariencias, aún sabiendo que su corazón le correspondía a Emily. Ella siempre ha sido lo mejor que le ha pasado en la vida. Y lo seguirá siendo, a pesar de no cruzar palabra, sigue profundamente enamorado de ella. De aquella chica que lo despertaba con besos por el cuello. De aquella chica que se ponía celosa cuando otras chicas intentaban coquetear con él. Aquella que hacía tonterías sólo para verlo sonreír. Aquella que lo trataba como un príncipe. Y es que ella era su princesa, y le encantaría seguir con su historia. Sabe que no puede retroceder al pasado y escoger el camino que lo lleva con ella, y aún así, sólo hace que imaginar lo bien que estarían ahora. Seguramente, ahora estarían en su cama, tumbados, abrazados, y susurrándose al oído cosas preciosas. Y es que él haría cualquier cosa por estar un solo segundo con ella, pero ya no puede hacer nada, ella ya no siente nada. O almenos, eso piensa él…

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¡Mierda! ¡Llego tarde al primer día de clase! Me levanté de un salto de mi cama y abrí mi armario. Cogí lo primero que ví; unos jeans ajustados y una camiseta de manga corta de color celeste. Me até las Vans lo más rápido que pude y entré al baño. Me cepillé el pelo, sufriendo por los muchos enredos que tenía. Me lavé los dientes y bajé a toda prisa a la cocina con la mochila en la espalda. Agarré una manzana y salí por la puerta. Había perdido el bus, así que ahora me tocaba correr si no quería llegar tarde.

Al entrar, me paré unos minutos a respirar. Mi primer día no había empezado nada bien.

Llegué a la aula 4B, la que sería mi clase durante el último año en el instituto. Todos estaban ya sentados, la profesora estaba a punto de empezar la clase. Abrí la puerta y entré

—Señorita Lewis, llega usted tarde.

— Lo siento, me he dormido.— Alcé la vista y vi que Amy me había guardado un sitio a su lado, así que fui a sentarme allí.

— Tía, tu primer día de clase y ya llegas tarde, ya te vale.— Susurró Amy.

— Lo sé, lo sé, no he escuchado el despertador y mis padres ya no estaban en casa. He ido lo más rápida que he podido…

— Circula un rumor sobre Derek y Tiffany…

— Sobre esos dos prefiero no saber nada.

— Se rumoreaba que estaban de rollo, o algo así, pero he hablado con Derek y lo ha desmentido todo, aunque no me extraña que la fulana esa intente todo lo posible con él.

— Esa tía es insaciable, joder.— La voz de la profesora nos interrumpió.

— ¿Pasa algo por allí detrás, señoritas?

— No, no, lo sentimos.— Dijimos a la vez.

*En el patio…*

Le estaba contando a Amy todo lo que había hecho durante el fin de semana, cuando vi a Tiffany y a sus amiguitas acercarse a nosotras. Pf, ¿qué querrán ahora?

— Ei, ¡hola Amy! Qué guapa vas hoy. ¿Es nueva la camiseta? Me gusta mucho.

— Em.. Hola. No, no es nueva.

— Ah, pues nunca te la había visto.

— Es que nunca te fijas en mí…— Murmuró Amy.

 — ¿Qué has dicho?

— Que a mí también me gusta tu camiseta.

— Gracias, guapa. Bueno, me tengo que ir, ya nos veremos.— Le da dos besos rápidos en cada mejilla, y se larga.

— Ufff, con razón me cae tan mal, ¡joder! Es una falsa de mierda. Mírala. Ya está allí con Derek. Pff, ¡como la odio!

— No sé a qué venía hablarme, nunca lo hace.

— ¿No decías que Derek lo había desmentido? ¡No creo que eso sea teatro!— Me fui corriendo al lavabo y me encerré a llorar.

“¿Por qué yo? ¿Por qué siempre me hacen estas mierdas a mí? Joder, todos son iguales.” Alguien picó a la puerta del lavabo dónde estaba yo.

Subiré un capítulo cada semana. ¡Espero que os guste!

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⏰ Última actualización: Jul 15, 2013 ⏰

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