Capitulo Unico

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Era una noche tranquila en la Academia Cross, en el salón de clases, un castaño de ojos borgoña ya quería irse, se excuso con el profesor diciendo que tenía una reunión con el director; tenía la idea de irse al dormitorio y descansar un poco pero al sentir la presencia de su amado cazador no pudo evitar el seguir su aroma hasta que lo encontró dormido plácidamente en la rama de un árbol de sakura.
Se acercó al peli plateado ocultando su presencia y sin hacer ruido se colocó encima suyo y lo beso. El beso comenzó tranquilo, el castaño se separó unos milímetros de esos adictivos labios para lamer suavemete el labio inferior pidiendo permiso para entrar.
Zero al sentir los labios de su amante correspondió el beso (todo mientras dormía), al sentir la lengua empujar suavemente sus labios fue abriendo los ojos, se sorprendió un poco al ver a su pura sangre ahí pero abrió la boca dejando pasar la traviesa lengua, pasó los brazos por su cuello intensificando el beso. Kaname aprovechó y metió su lengua embriagandoce cada vez más con el dulce sabor de la boca que estaba invadiendo, Zero gimio dentro del beso. Se separaron unos centímetros buscando aire, un par de ojos borgoña se quedaron prendidos a un par de ojos color amatista.

_Kaname -el peli plateado tenía los ojos vidriosos y entre abiertos, al igual que su boca, por la cual gemia levemente y tenía un muy adorable sonrojo rosado en sus mejillas.

_Zero, te vez tan.... violable - Zero se sonrojo furiosamente, cuando le iba a contestar fue interrumpido por unos labios que aprovecharon que su boca estaba abierta para invadirla. El beso se volvió tan pasional que por los costados de la boca del peli plata resbalaba un camino de saliva hasta su menton. Los cuerpos se rozaban, ambos sintieron sus erecciones rozar sobre la ropa provocando que se separen para poder gemir.

_Kaname aquí no - Zero pozo sus manos sobre el pecho del castaño empujandolo levemente- vamos a tú cuarto -

_Zero...- Kaname pasó uno de sus brazos por la espalda de Zero y con la otra sostuvo su cadera muy pagada a la suya lo que provocó un gemido por parte del peli plateado, de un salto bajo del árbol con Zero pegado a su cuerpo.
Usando su velocidad vampirica llegaron a los pocos segundos al Dormitorio de la Luna, exactamente a la habitación del purasangre, cuando llegaron apoyo a Zero contra la pared mientras devoraba su cuello a lámidas y dejaba marcas muy notorias que al día siguiente se volverían moradas, pero la pasión era tanta que no les importaba, sus cuerpos se friccionaban, sintiendo como sus pantalones les quedaban cada vez más ajustados, se besaron ahogando sus gemidos en la boca del otro. Kaname llevó sus manos hacia abajo pellicando su cola por sobre la ropa.

_Kaname!- le daba vergüenza, mucha, pero tenía que admitir que eso era muy excitante

_Que ocurre?-dijo maliciósamente, sabia lo que queria lo que SU Zero le pedía, pero esperaría hasta que le rogara... Era malo, sí, pero valia la pena con tal de poder ver a ese cazador de carácter fuerte, doblegarce bajo sus caricias

_Kaname por favor, te necesito-
Kaname sonrio, se separó de la pared (todavía con Zero en brazos) y lo recosto en la cama con cuidado.

Comenzó a besarlo tiernaménte a la vez que colaba sus manos por debajo de su remera, pero como el peli plateado tenía puesto, aún, el uniforme de la clase diurna, molestaba; por lo que lo quito rápidamente y paseo sus manos por el vientre llegando a sus pezones los cuales comenzó a torturar con sus dedos. Kaname fue bajando con humedos besos por el cuello dejando muchas marcas rojas hasta que llegó a esos botoncitos rosados que tanto le gustaba torturar, los chupo, lamio y mordió mientras que con su mano izquierda pellizcaba el otro pezon disfrutando de los gemidos que lanzaba Zero. Su mano derecha se dirigió hacia la entre pierna del peli plateado la cual froto por sobre la ropa del pantalon

_Kaname!-Zero se agarraba con fuerza de la sabana- por favor!

El castaño mordió el pezon con un poco de fuerza lo que provocó que Zero diera un grito de placer y que su espalda se arqueara antes de soltarlo dejandolo rojo.

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