Vida

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Yixing no sabe la razón por la que la vida se ha encargado de recordarle cada día lo solo y desdichado que es. Tal vez hubo un tiempo en que fue feliz, pero de eso ya solo quedan memorias, nació una noche de lluvia según le había contado la encargada del orfanato, nació y fue dejado en puertas del establecimiento, nunca supo quien era su madre, su padre, si tenía algún hermano o hermana, solamente sabía que su hogar y familia estaba ahí con los demás niños a quien nadie quería, niños que tampoco lo querían a él. Yixing no tenía la culpa de ser como era, su cabeza era un mundo completamente diferente, todo llamaba su atención y nada parecía ser demasiado importante como para recordarlo, se tomaba su tiempo para hacer las cosas, desde doblar las sábanas de su cama en las mañana, hasta en las mordidas pequeñas que le daba a su comida aun cuando todos ya se habían levantado de la mesa, si algo parecía demasiado complicado solamente se tomaba el tiempo para pensar y encontrar una solución, era un niño inocente y dulce, nunca entendía cuando los demás niños se reían de él, ni comprendía porque lo empujaban y se negaban a jugar con él, Yixing sabía que solo podía confiar en sus amigas las hormigas o en el señor pájaro que venía todos los días a cantar por las mañanas y a quien nunca olvidaba decirle los buenos días, Yixing sabía que no era querido por nadie hasta que llegó "ese chico".

La encargada dijo que llegaría un nuevo niño a vivir con ellos, y mientras limpiaba la mesa del comedor porque esa era su tarea diaria por ser el último en levantarse, escuchó como la encargada le contaba la historia del chico nuevo a la señorita que lavaba la ropa, entendía que el chico que llegaría era chino también, que estaba rodeado de desgracia como él, y que no tenía a nadie, su madre biológica había muerto al dar a luz, al parecer no había un padre, la hermana de su madre lo había adoptado y se lo había llevado a vivir a Canadá pero la mujer parecía no quererlo, lo dejó en un orfanato de ahí, fue adoptado de nuevo por una familia china y había regresado pocos días atrás a su país de origen solo para sufrir un accidente en el cual sus padres adoptivos habían perdido la vida y ahora él se recuperaba en el hospital, estaba por salir de ahí y al hacerlo llegaría a vivir al mismo orfanato que Yixing, no parecía muy importante en realidad, Yixing había vivido desde su primer día de vida en el lugar y había visto como niños iban y venían, solamente sería uno más en la lista, uno más que seguramente se reiría de él y se negaría a jugar a buscarle formas a las nubes o a explicarle las cosas que no entendía. A la mañana siguiente, luego de doblar sus camas, Yixing siendo el último en terminar como siempre, todos los niños se vistieron y desayunaron y fueron llamados a la entrada para darle la bienvenida al chico nuevo, cosa que hacían cada vez que había un recién llegado. Yixing se paró al final de la fila de niños sin mucho interés, pero al momento en que el chico nuevo pasó por la puerta Yixing no pudo despegar los ojos de él, tenía algunas vendas en los brazos y un parche que cubría casi toda su mejilla izquierda, sin contar que notaba uno más pequeño en su frente, al parecer el chico no hablaba, no porque no supiera hacerlo, simplemente había decidido dejar de hacerlo, sus ojos se veían tristes pero todo su cuerpo gritaba "fortaleza" Yixing supo que era un luchador, había varios tipos de personas según Yixing, los quedados, los conformistas, los curiosos, los que tienen suerte y entre otros más los luchadores y el chico nuevo tenía esa aura rodeándole, a Yixing le cayó bien entonces, aunque no se hacía la ilusión de entablar una amistad con él.

Los días comenzaron a pasar, el chico nuevo cuyo nombre era Yi Fan, seguía sin hablar, hacía las cosas de forma lenta como Yixing, no porque necesitara hacerlas de esa manera como él, solamente parecía demasiado tedioso hacer cualquier actividad, para sorpresa de Yixing, Yi Fan no era como los demás, no se burlaba de él, y no huía de su lado, se sentaba a su lado en la hora de la comida y aunque no hablara le miraba fijamente a los ojos, Yixing comenzó a sentirse cómodo y no dudo en hablarle, le contaba un montón de cosas, cosas sin importancia como que las amigas hormigas habían arrastrado a un insecto al agujero negro de donde salían y cosas un poco más útiles como que había escuchado que la encargada les daría chocolates si mantenían limpio el jardín, Yixing disfrutaba de la compañía de Yi Fan, disfrutaba de su silencio y de cómo nunca se negaba a nada, Yixing era feliz, muy feliz hasta que ese pequeño panda llorón llegó a sus vidas.

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