CAPITULO II PARTE UNO

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La mudanza fue rápida, nuestras pocas pertenencias seguían en las maletas con las que llegamos y de todos, yo era el único con más cosas que llevar.

El manager nos ayudó a subir todo en la camioneta y con el mapa en mano y yo de copiloto, nos fuimos de ese pequeño departamento donde dejé algo más que basura.

Fue fácil dar con el conjunto habitacional, preguntamos por el bonito restaurante al que me había llevado Mink y dimos de inmediato.

Los chicos estaban asustados ya que sabían quien nos lo había regalado y a nombre de quién estaba. N sobre todos, se preguntó cuales fueron las condiciones para que pudiéramos cambiarnos a un departamento mucho mejor al que teníamos y se sorprendió al saber que no tuve que hacer nada.

—¡¡Woow!! —Ravi fue el segundo en entrar después de mi y se encargó de dar esa bienvenida —. Es enorme y ¡vaya! toda la decoración en muy moderna.

Los demás entraron uno a uno cargando unas cuantas maletas. Al igual que Ravi, cada quién dio su punto de vista sobre lo espacioso y lujoso que se miraba todo.

Junto con el manager, N y yo nos encargamos en repartir los cuartos. Leo y Ken en el primero, Ravi y Hyuk en el segundo, el tercero sería la bodega y habitación para N solito y como lo pidió Mink, yo tenia el último cuarto del cual los chicos se encargaron de hacerme bromas pesadas sobre lo grande de la cama y el espacio innecesario para mi solo.

Era lunes y el CEO Kim nos dio el día libre para la mudanza por lo que nos dedicamos a desempacar en cuanto se repartieron las habitaciones, cada quien le dio un poco de su estilo, sólo así podíamos al menos sentirnos mas en casa.

Mientras los demás terminaban, yo me encerré en mi nuevo y personal espacio para hacerlo mío. Puse algunas fotos de mi familia, colgué toda la ropa que me había regalado Mink y desempaque mis libros y objetos de limpieza en el baño.
Cuando terminé me fije en las bolsas de regalo debajo del bonito escritorio, las tomé todas y las saqué para abrirlas. La primera tenía unos perfumes y jabones corporales, la segunda una camisa blanca con pequeños estampados de calaveras y una corbata negra. La tercer bolsa tenia un iPod y sus respectivas bocinas, la cuarta eran unos zapatos cafés bastante caros y la quinta y última era la mas pesada y mas grande, la abrí y me quedé boquiabierto, dentro estaba un estuche profesional de cámara fotográfica. Me emocioné demasiado, la desempaque con apuro y le instalé el lente. Era sumamente hermosa. Tomé una foto a mi nuevo cuarto, la revisé, la resolución era increíble. Salí al balcón y tomé otra foto al río, abajo se veían las flores de la primavera y el pasto recién cortado que daba un verdor al agua. El sol brillaba y realizando espejismos sobre el río, me salió una hermosa toma.

Me quedé ahí parado sintiendo el aire caliente de la tarde mientras veía ese regalo, sabía que me gustaba la fotografía pero no creí que me diera semejante lujo. Reí en soledad en el balcón babeando por lo hermosa de mi cámara.

—¿Bin?

La suave voz de Leo me sacó del trance.

—¿Bin, estás bien?

Levanté la vista para verlo y al verse tan guapo iluminado por el sol, le tomé una foto.

Leo me sonrió y aproveché para tomarle otra.

Se acercó a mi con los brazos estirados y me abrazó por la cintura. Me besó la mejilla y sentí caliente la cara. Le devolví la sonrisa.

—Estoy muy bien.

Me dedicó otra sonrisa y tal y como me tenía sujeto, me besó muy tierno, me sentí más feliz.
Se separó de mi terminando el dulce beso y me dijo.

—N me pidió que salieras para discutir si salimos a comer o pedimos algo.

Le asentí con la cabeza y agarró
mi mano y me sacó del balcón, sujetó la cámara de mis manos y la dejó sobre la cama, me dirigió a la sala donde todos nos esperaban. N sonrió al vernos llegar así, Ravi y Ken rieron por lo bajo y Hyuk se puso rojo desviando la mirada.

—Vaya que si tardas Leo, te pedí que fueras rápido y regresas 15 minutos después. A la siguiente iré yo.

N lo regaño, pero como era de esperarse, Leo sólo lo ignoró.

Ravi fue el siguiente en hablar.

—Yo quiero salir.

Ken le siguió.

—Yo quiero salir.

Hyuk les respondió.

—Yo quiero salir también.

N señaló a Leo y éste dijo que se quería quedar, a lo que N resopló y puso mala cara.

—Yo también quiero salir —nos dijo N —. Hong, tu elige.

Estaba cansado a pesar de ser un día libre, tenía ganas de quedarme en casa y pedir algo.

—Yo me quiero quedar N. Ustedes 4 salgan, Leo y yo vemos que pedimos para comer. ¿De acuerdo?

Se quedaron callados viéndome raro.

—Cena romántica para dos ¿eh?

Ravi soltó una carcajada en cuanto Ken dijo esto. Me sentí avergonzado. Leo se levantó y le dio un golpe a los dos antes de salir hacía su cuarto y dejarnos ahí.

Al final se hizo eso, Leo y yo nos quedaríamos una horas a solas en lo que ellos salían a divertirse y a conocer nuestro nuevo barrio.

FAMA (VIXX Fanfic Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora