Keep you ; kellin quinn [iych #1.5]

XVII

"Puedes fingir que tu corazón no late más rápido cuando le ves, pero no puedes obligar a tus emociones a dejar de sentir."

: : C A P Í T U L O  D I E C I S I E T E | Pasan qué cosas

   (Kellin)

Mis dedos se enredaron en su cabello mientras nuestros labios permanecían unidos en un beso suave y a la vez intenso. Su sabor dulce perfectamente justo en el punto entre chocolate y menta que nunca me causaría de paladear en mi boca.

Murmuré una maldición mal articulada en el interior de su boca cuando sus manos, inquietas y traviesas, vagaron libremente por el extenso recorrido de mi cuerpo envuelto en las capas de ropa. Sus pequeños dedos se curvaron en el borde de mi camiseta hasta tirarla con lentitud para arriba, no sin provocarme con sus cálidos y escurridos toques que enviaron a mi cerebro en un viaje gratuito hasta el más allá.

- Princesa - logré decir entre esa nube de inconsciencia que se espesaba frente a mis ojos -. No decía en serio lo de devolver el favor ¿sabes?

-Shhh - me hizo callar bajando sus besos por mi mandíbula hasta mi cuello, buscando el fuerte pulso que delataba mi falta de tranquilidad ante sus atenciones.

Le empujé delicadamente hacias atrás para poder sacarme el estorbo de sudadera que llevaba y cuando estuve libre de ella le sonreí.

- ¿Así es más cómodo? - pregunté un segundo antes que su boca volviera a asaltar mi cuello con mordiscos y besos desaforados.

Wow, una nueva faceta de Megan Blair.

O mejor dicho una nueva faceta que amar de Megan Blair.

Solté una risita cuando llevó sus manos hasta el cinturón en mi pantalón. Ella estaba temblando ante su propia temeridad, pero eso no impidió que prosiguiese con sus acciones.

Antes de tener noción de lo que sucedía ella había desabrochado y bajado mi bragueta.

- Cariño - dije un poco más inseguro con respecto a dónde nos dirigiamos. Estaba acostumbrado a tener el mando con respecto al sexo, mientras Megan se encargaba de proporcionarme todo su placer al que iba aderido el mío. Y no me verías quejarme por eso, pero había algo peculiar y llamativo en dejarle todo a ella.

Se sentía... bien.

- Déjame intentarlo - tartamudeó con la cara sonrojada a no más poder -. ¿Sí?

Suspiré reprimiendo mis ganas de tomarla y lanzarla hasta ver dónde más se propagaba ese sonrojo. Yo ya lo sabía, pero un poco de recordatorio no estaría mal.

Está Andrés de visita, Quinn.

Gruñí un juramento cuando ese pensamiento vino a mi memoria.

Como antes de Megan nunca había tenido una novia era una cosa nueva para mí esto de "días de chicas." Y de plano me estaba empezando a desagradar.

El tren de mis pensamientos se descarriló cuando ella metió su mano abajo de mi boxer.

Maldición, esta mujer será mi fin.

Con dedos vacilantes me envolvió en un ligero agarre que tuvo bombeando sangre de todas partes de mi cuerpo en dirección al sur.

- Te amo - dije contra su cabello cuando su mirada bajó hasta el lugar donde estaba ocurriendo todo. Pero rápidamente sus ojos subieron hasta los míos, como evitando mirar lo que sus pripios dedos hacían.

Sonreí otra vez cuando ella mordió su labio y sus ojos brillaron con determinación. 

- Tal vez esto se volverá interesante.