AL SERVICIO SECRETO DE SU MAJESTAD LA REINA VICTORIA
CAPÍTULO I
“THE MEETING”
El empleado de Universal Imports & Exports se ajustó sus anteojos para observar a la atípica pareja que entraba en aquellos momentos. Dejó su pluma en el tintero y se quitó los manguitos para recibir a los supuestos clientes. Eran un hombre y una mujer.
Él por su aspecto un joven caballero que vestía como un dandy. Traje gris de buen paño inglés, chaleco florido y que apenas llegaba a la treintena de años. Ella una oriental de similar edad que lucía un seductor kimono de dos piezas en seda negra. La ajustada prenda resaltaba sus femeninas líneas. ajustándose como un guante a su silueta. Quizás incluso más de lo que recomendaban las estrictas normas de la moral y el buen gusto británico.
- Buenos días, mi nombre es Patrick Steed. Tengo una reunión en el departamento de Mercados Asiáticos, debería tenerme usted en su lista.
El tono usado por el recién llegado era cordial, lucía una amplia y franca sonrisa en su rostro pero al recepcionista no pareció importarle lo más mínimo a juzgar por lo frío de su respuesta.
- Aquí le tengo, - dijo tras ojear unos papeles que tenía en su mesa- Mr. Steed, puede usted pasar, le esperan. Pero me temo que su … - dudó unos segundos –, ehmm … asistenta no puede entrar.
Sin perder ni por un segundo la sonrisa, Patrick Steed respondió.
- Descuide, se lo haré saber a mi asistenta en cuanto la vea.
Tras hacer una breve inclinación de cabeza la pareja continuó su camino con una familiaridad que delataba que no era la primera vez que visitaban el lugar. La cara del recepcionista se tornó un poco más roja de lo que ya era. No estaba dispuesto a dejarse ridiculizar por aquel señorito con ínfulas de grandeza y salió tras él.
- Mr. Steed, insisto, la … chica debe esperar aquí.
Con una expresión de irónica sorpresa Steed preguntó.
- ¿La chica? Vaya, que familiaridad. No sabía que se conocían ustedes. Voy a preguntarle porque la chica debería esperar aquí. Pero antes de responderme debería usted saber que la chica, como usted la llama, es una experta asesina entrenada por los mejores maestros de ninjitsu . ¿Ve usted los palillos con los que se recoge su pelo? Conoce más de quince maneras de matarle con ellos, así que se lo preguntaré finalmente. ¿Por qué debería la chica esperar aquí?
Una gota de sudor cruzaba la frente del burócrata y su nuez se movía arriba y abajo mientras intentaba tragar una saliva que su boca completamente seca no producía. No llegó a articular palabra, con un gesto de su temblorosa mano les invitó a pasar al interior de la sede.
Una casi inapreciable sonrisa se dibujó en los labios de la mujer.
En el interior y una vez hubieron puesto una puerta de por medio, Asa se dirigió a Steed.
- Le has asustado de verdad, no era necesario por una tontería como esa.
- Es un idiota, se lo merecía.
- Además, eres un exagerado. Solo conozco diez maneras de matar a alguien con unos palillos.
- No dejes que la verdad te estropee una buena historia, así soy yo. –dijo guiñándole un ojo
- Lo sé, por eso me casé contigo.
- Supongo que el hecho de que fueran a decapitarte no tuvo que ver.
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Steed & Ishikawa: Al Servicio Secreto de Su Majestad La Reina Victoria
AdventureLas aventuras de los dos agentes secretos más steampunk del Imperio Británico.