Estoy inmóvil,siento el frío en cada parte de mi cuerpo, no veo nada, está todo oscuro, tengo miedo.
El arrepentimiento se hacía claro en esas palabras salidas de mí, pero mi corazón no aguantaba el sufrimiento de estar sin él. Agarré su mano helada, transparente, igual que sus ojos que me miraban indecisos, llevé mi mano a su mejilla y acercándome le besé, un beso tan frío y amargo que sentí mi cuerpo paralizarse.
- Te amo.
Susurro sintiendo las lágrimas caer por mi mejilla, dos palabras tan simples, pero con gran responsabilidad y sentimiento en ellas.
Un corazón enamorado es como una mariposa, vuela libremente con energía, repleto de sueño y esperanzas para un futuro, tan libre y puro. Pero cuando es atrapada ya no logra escapar de la prisión de sentimientos y dudas, dudas que hacen precipitarte y tomar una decisión equivocada. Eso sucede cuando la mariposa intenta escapar, rompe sus alas y queda atrapada para siempre.
Puede sonar estúpido, pero así me sentí cuando acepté estar con el ser al que amo, tan feliz al principio, pero tan arrepentida al final.
Y ahora nadie sabe sobre mí, nadie me recuerda, no pueden verme,no pueden escucharme, no pueden serntirme....acaso soy invisible? O es que acaso...ya no existo?
La oscuridad de este lugar ya me es indiferente, tengo tanto frío que mi cuerpo se niega a reaccionar, el miedo deja de importarme, ahora mismo lo considero mi amigo.
A veces me pregunto porque estoy aquí, él ya no viene a verme, me siento sola, abandonada, quiero llorar pero no puedo hacerlo, las lágrimas no salen.
Supongo que esto es morir, morir de amor.
