1.- El collar de la vida

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3 de agosto de 2035:

¡Bon, a desayunar! - Gritó Lauren.
¡Ya voy, mamá! - Dijo Bonnie mientras se levantaba de la cama para cambiarse.
Después de cinco largos minutos intentado ponerse los pantalones de fibras de zafiro que tanto le gusta a su madre pero le quedan tan pequeños a Bonnie, cogió su teléfono y entró en Twitter para publicar:
"Buenos días a tod@s, ¿cómo os habéis despertado? Yo no muy bien ya que tengo que bajar al comedor para comerme los asquerosos cereales que me ha preparado mi madre, en fin, lo bueno es que hoy voy al Starbucks y seguramente los podré digerir con un Latte con extra de canela".
Después de publicarlo, bajó al comedor y para su sorpresa, no eran cereales lo que tenía que desayunar, sino tortitas.
Mamá, ¿por que has hecho tortitas?- dijo Bonnie- ¿es que te ha dado un lapsus o algo?
¡Felices veinte, cariño! - Dijo Lauren dibujando una gran sonrisa en su cara, y le dio un beso en la frente.
Muchas gracias mamá - Respondió sin emoción alguna.
Vaya, - empezó Lauren- veo que te has puesto mis pantalones preferidos.
Mamá sabes que los odio, -respondió- pero es que si no me los pongo te volverías loca diciéndome lo bien que me sientan.
Es la verdad cariño, te sientan de maravilla - prosiguió su madre.
Ya, claro, lo que tu digas - dijo comiéndose el último trozito de la tortita.
Bueno, ten. Tu regalo - dijo con tono misterioso -
Mamá, ¡no hacía falta! - dijo mientras le daba un beso en la mejilla.
Mientras lo estaba intentado abrir, se cortó el dedo con el envoltorio.
¡Auch! - gritó
¿Estás bien? - dijo asustada su madre.
Si, no te preocupes, mamá, solo me he cortado el dedo con el papel. - respondió ella mientras se metía su dedo en la boca para evitar el escozor.
Ten, ponte esta tirita - replicó su madre mientras se la ofrecía.
Gracias - respondió
Prosiguió a abrir su regalo, y cuando consiguió por fin quitar el envoltorio, se encontró con una pequeña cajita roja bordeada de negro.
La cogió y la abrió.
Era un collar muy extraño que jamás vio en ningún otro sitio. Era circular de color platino con una figura que parecía una dríada. El ser tenía en el centro de su pecho un dodecaedro de color negro.
Mamá, es precioso -argumentó satisfecha - pero, ¿que és?
Es el collar de la vida - explicó - cuando te lo pongas y pienses en una persona, cambiará el color según el peligro en el que esta esté.
Dios mío - dijo asombrada - ¡muchísimas gracias!
De nada, cariño, pero cuídalo muy bien, este collar tiene siglos - le advirtió.
Lo haré, mamá, lo haré - respondió.
Bonnie siempre creyó en este tipo de cosas, ya que en su ciudad hay cosas mucho más asombrosas que ese collar, como la mítica Piedra Mortal, que permite matar o devolver a alguien a la vida, o incluso La Llave del Fénix, que permite crear una barrera de un material casi indestructible con una longitud de más de cien kilómetros alrededor de Moonlight.
Cuando se puso el collar, el dodecaedro, al hacer contacto con su piel, se volvió blanco.
Piensa en alguien - dijo su madre.
Bonnie pensó en Ellen, su mejor amiga, y el collar se puso de color rojo.
¿Mamá? - dijo preocupada
Cariño, ¡llámala enseguida para ver si está bien! - gritó Lauren.
Bonnie subió corriendo hacia su habitación, agarró su móvil y tecleo el número de Ellen.
¿¡ Hola ?! ¿¡ Ellen ?! ¿¡Estás bien?! - gritó Bonnie.
Ayúdame - susurró ella.

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