Querido Harry.
"Las noches comenzaron a ser eternas desde el día en que ya no las comparto contigo, he visto que las estrellas ya no conspiran a mi favor cada vez que las veo, será porque te extraño. Y que masoquista soy, al decir que aún te amo."
- Danae.
Sus manos arrancaron el papel con fuerza, haciendo que el ruido del papel se escuchara por toda la desolada habitación que parece haber perdido color, como su vida.
Levantó la mirada, viendo su reflejo en el espejo que estaba frente a ella. Vio a una chica sin vida propia, hundida en el mar de la soledad y tristeza. Sus ojos ya no brillaban y sus labios ni siquiera tenían forma. Quizá eran aquellos labios los que los amoldada a su antojo cada vez que la besaba. Oh, cómo extrañaba a Harry. A su Harry.
Comenzó a picar la mesa con desespero sin saber porqué. Sentía angustia por dentro y tremendas ganas de llorar y dejarse caer de rodillas, suplantada al dolor y presa del corazón de su querido Harry.
Pero él no volvería, y mucho menos le importarían sus súplicas, ni sus lágrimas de dolor. O para dejarlo más claro, él ni siquiera le prestaría la atención que un día le dio, y que de un día a otro le arrebató para dejarla con el corazón roto y con muchas cartas al dolor.
©AleinadMoon
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Cartas al dolor » h.s
Short StorySus pies danzaron al son de la canción que trasmitía la radio aquella tarde lluviosa y fría. Sus pensamientos comenzaron a disolverse cuando recordó en el trozo de aquella canción, a Harry. El enigmático y encantador Harry. Dejó lo que estaba hacien...