Neverland °Maze Runner° ~Newt~ ~Thomas~

CAPITULO 18

PDV: Anna

Se habían llevado a Adam.

Lo primero en que pensé fue en Alex, sabía que había algo entre ellos dos. Lo busqué con la mirada pero no lo encontré. Había unos cincuenta adolescentes en la sala, todos aterrorizados y chillando. Me fijé en Alby y Minho, intentando poner orden por todos lados. Thomas estaba con Daisy, que no se había enterado mucho de lo que pasaba. Vi que Jane estaba sentada en un rincón así que decidí ir a hablar con ella.

- Se han llevado a Adam.- dijo.

- Lo sé. -respondí.- ¿Has visto a Alex? Debe estar destrozado.- se me hizo un nudo en la garganta. No había hablado mucho con Adam, pero las pocas veces en las que coincidimos había comprobado que era una persona alegre, simpática... Estaba lleno de vida. Al igual que Alex.

- Creo que ya sé dónde está. -dijo aun buscándole por la sala con los ojos.- Iré a hablar con él. -asentí y se levantó. -Mientras intentad poner un poco de orden por aquí.

- De acuerdo. - sonreí y ella me devolvió la sonrisa.

Alby puso silencio en la sala, y a los pocos minutos los clarianos ya empezaron a salir de la Sala y volvieron a sus trabajos, como si fuera un día normal, como si nada hubiera pasado.

El Claro estaba destrozado. Había comida por todo el suelo, trozos de madera y todo de tierra removida. Vi a Frypan negando con la cabeza al ver su olla de puré al suelo, se había pasado horas preparándola. Winston estaba furioso, los laceradores se habían cargado todas las piezas de madera que habían preparado. Y los huertos... no quedaba nada de ellos.

Me dirigí a la sala de mapas, al menos si revisaba los mapas podía hacer algo útil. Antes de llegar, vi a Thomas hablando con Chuck, que tenía lágrimas en los ojos, estaban sentados en el suelo. Instintivamente me escondí detrás de un árbol y escuché.

- ... pero yo no creo que lo haga. - dijo Chuck. - Ella... ella es como una flor, como una margarita. Si nos adentramos en el laberinto... Thomas no quiero que muera. - dijo Chuck frotándose los ojos.

- No le va a pasar nada, Daisy es una chica fuerte. Sobrevivió una noche entera en el laberinto, ¿de verdad crees que le puede ocurrir algo? -contestó Thomas.

- Tienes razón... - hubo una pausa en la que ambos sonrieron. - ¿Crees que volveré a ver a mi familia?

- Estoy seguro.

- ¿Me lo prometes?

- Te lo prometo.

Entonces Thomas se levantó y rápidamente me puse a caminar disimulando, no quería que me pillaran escuchando.

- ¡Anda! ¿Qué hacéis por aquí? - Thomas alzó una ceja y Chuck lo miró perplejo, supongo que no sonó demasiado creíble. - Ehemm... Iba a ir a la Sala de Mapas, ¿te vienes conmigo?

- Claro.- miró hacia Chuck y él se levantó y se fue.

- Siento haber interrumpido. - dije con la cabeza gacha.

- Sé que estabas escuchando. - me mordí el labio.- Pero no pasa nada. - sonrió.

- Eres una buena persona Thomas. - se ruborizó. - Es una de las cosas por las cuales me enamoré de ti.

Thomas se puso enfrente de mí, impidiendo que siguiera andando. Me cogió por la cintura, cosa que hizo que me pusiera nerviosa. Me dio un pequeño beso en la mejilla y me levantó cargándome como si fuera un saco de patatas.

- ¡Bájame! -dije riendo y dando patadas.

Pero antes de poder seguir luchando, Thomas tropezó con una piedra y ambos caímos al suelo. Nos pusimos a reír tan fuerte que me dolía la barriga, aunque es posible que sea por el golpe. Thomas me miró detenidamente y me quitó unas hojas que se me habían enredado en el pelo.