" Aquí es." Dijo la enfermera y antes de que abriera la puerta mi ritmo cardíaco se aceleró.
" Tobin, antes de que entres tienes que hacerte la idea de cómo se encuentra Alex, por favor, se fuerte." Susurró Ali en mi oído.
" Claro." Murmure, dándole la señal a la enfermera para abrir la puerta.
Me empujaron a paso lento dentro de la habitación y sentí como mi pecho oprimia mi corazón sin piedad al ver a Alex recostada en esa cama, mis ojos se llenaron de lágrimas. Mi prometida estaba conectada a cientos de cables y a un aparato respiratorio, tenía un tubo dentro de su garganta, también tenía un collarín en el cuello y raspones por todos lados, tenía un ojo completamente morado, el labio inferior hinchado y estaba más pálida de lo que debería estar.
"¿Estás bien?" Preguntó Ali al ver mi expresión.
No pude emitir ningún sonido, ninguna palabra, estaba en estado de shock. Sabía que verla así sería difícil, pero esto superaba cualquier expectativa.
"¿Tobin?" Repitió Ali.
" Si..." Dije sin fuerzas y sin ganas. "¿Podrías empujarme hasta donde está?"
Sin decir nada, me llevo hasta donde le pedí, cuando estuve lo suficientemente cerca, tomé la mano de Alex.
" Perdóname Lex. Lo siento mucho, todo esto es mi culpa." Dije, dejando que las lágrimas corrieran por mis mejillas, solté por un momento su mano y mire a las dos personas que me acompañaban, recordando que no estaba sola.
" Las dejaremos un momento solas." Dijo la enfermera.
Apreté los puños y cerré los ojos, mi estado de ánimo se fue al suelo, sentía miedo e impotencia.
" Debí ser yo." Susurre. " Todo va a mejorar, todo mejorará."
Acerqué la silla de ruedas un poco más a la cama, volví a tomar la mano de Alex con más fuerza y me recoste en su hombro, lloré hasta quedarme seca, mis ojos estaban hinchados y me ardían, tenía los labios resecos y las ojeras bien marcadas. ¿Cómo me repondria de esto?
Pasaron casi dos horas antes de que Ali volviera.
" Hola." Dijo tímidamente. " Te eh traído el almuerzo." Me mostró una bandeja con comida.
" No tengo hambre." Dije sin fuerzas.
" Tobin, si las enfermeras notan que empeoras por estar aquí, te regresarán a tu habitación anterior. Al menos disimula." Dijo, pasandome una manzana.
" Bien." Di un pequeño mordisco.
La enfermera entró minutos después, se encargó de acomodar mi cama y de subirme a ella, me explico las nuevas reglas que había en este piso y me deseo mucha suerte en mi estancia.
" Al fin se fue." Suspire mirando a Alex, quien parecía dormir muy tranquila.
" Ali, ¿tú crees que despierte?"
" Estamos hablando de Alex Morgan. Ella no te dejaría nunca Tobin, sólo ten un poco de paciencia." Trato de animarme y no la culpo, no estaba de humor para nada.
" No eh visto a ningún doctor desde que llegué aquí, quisiera hablar con uno acerca de Alex."
" Pues, la doctora viene a verte tres veces al día, depende que tan apretada este su agenda, pero descuida, cuando la vea le diré que te haga una visita."