Querida soledad:
hoy no estoy dispuesta a aceptar tu compañía,
tu presencia solo es una carga, que mi alma no puede soportar más.
Se que volverás, y no tendré otra alternativa, pero por favor, hoy aléjate de mí.
Carta I
Querida soledad:
hoy no estoy dispuesta a aceptar tu compañía,
tu presencia solo es una carga, que mi alma no puede soportar más.
Se que volverás, y no tendré otra alternativa, pero por favor, hoy aléjate de mí.