Do me a favour {Alex Turner}

v e i n t i c i n c o [F I N A L]

Alex's POV

Abrí mis ojos con dificultad por la luz que se colaba en la cortina. Estaba en mi habitación del hotel en Colombia, con una fuente de calor al lado mío. Giré mi cabeza y vi una melena azabache. Maldije internamente, una y otra vez. Lo hice. La he cagado de nuevo.

Sacudí la espalda de la chica y esta se giró. Dejó mi teléfono en su mesita de noche. Oh mierda.

—Buenos días bebé—dijo mientras sonreía. Hice una expresión de horror y me levanté de la cama. Algo mojó mi mano. Había comenzado a llorar. Controlate, Al, me dije a mi mismo. Sequé mis lágrimas.

—¿Quien eres?—la encaré. —¿Qué hacías con mi teléfono?—rodeé la cama y le arrebaté el teléfono. Lo desbloqueé y miré los mensajes. Maldita puta, acaba de destruir mi vida. Había enviado unos mensajes a Arianne. Ay no. La miré con furia.

—¿¡Qué crees que haces, eh!?—le grité tomándola del brazo fuertemente. Ella no mostraba ninguna emoción, sólo sonreía. —¿¡Sólo te quedarás callada!? ¿¡Nunca te han enseñado a meterte en las cosas de la gente!? ¡Maldita bastarda!—vociferé y la tomé del brazo con más fuerza aún. La arrastré hacia la puerta de mi habitación y la lancé al suelo. Estaba semidesnuda, ni siquiera me importó si tenía ropa o no, y le cerré la puerta en la cara. Volví a mi habitación y tomé su bolso. Tiré su ropa por la ventana y volví al pasillo. Le tiré el bolso al suelo y cerré la puerta de un portazo. Apoyé mi espalda en la puerta y pasé mis dedos por mi cabello. Me arrastré hasta el suelo y las lágrimas comenzaron a salir. No había vuelta atrás, ya la había cagado. Sólo había una cosa que me podría ayudar en un momento como este. Me levanté. Caminé hacia mi habitación y me acerqué a la mesita de noche. Tomé la pequeña bolsa de polvo blanco entre mis temblorosas manos y suspiré

Arianne's POV

Mis ojos comenzaron a lagrimear.

¿quien eres?

mmm, no puedo decírtelo cariño, pero pregúntale a él, adiós;)

Solté las lágrimas que contenía y apreté los dientes con furia. No puedo creer que lo haya hecho. No de nuevo.

—¿Arianne? ¿Estás bien?—dijo Jayce con su vista en el camino. No logré soportarlo. Exploté en llanto. Jayce se estacionó de inmediato y encendió una luz. El auto se iluminó por dentro.

—Ay, ¿que pasa pequeña?—dijo girándose hacia mi y tomando mis manos. Le incliné el teléfono y él lo tomó. Leyó los mensajes y sus ojos se volvieron oscuros. Marcó el teléfono de Alex.

—¡Espera!—dije cuando tenía el dedo sobre el botón de "llamar". Suspiré y calmé mis sollozos. —Ponlo en altavoz—dije cerrando los ojos. Presionó el botón y comenzó a marcar. Puso el altavoz. Al tercer tono contestó.

—¿Arianne?—escuché la voz de Alex. Mi corazón se rompió una vez más. Iba a hablar, pero Jayce se adelantó.

—Mira maldito bastardo, se que eres una estrella de rock y toda esa mierda de fantasía, pero tenías una novia—recalcó la palabra tenías. Escupía las palabras con furia. —La cagaste muy mal viejo, y te arrepentirás por el resto de tu vida. Créeme que recibirás un buen golpe mío si es que nos volvemos a ver, no me interesa que toques un concierto con un puto moretón en el ojo, lo que me importa es ver como te das cuenta la persona a la que has perdido por tu nivel de estupidez, has perdido a alguien bastante importante, y dudo que con una puta serenata de amor la recuperes—Jayce hablaba rápidamente y no le dejaba tiempo a Alex para responder.