Ya era muy tarde, Terry seguía esperando a que su cita llegara. Permanecía sentado en el banco del parque, aburrido por la larga espera.
En el último momento, ella apareció. Se notaba que estaba cansada, había venido corriendo desde la parada para llegar a su cita.
"Terry le dijo: 'Buenas noches'". Rápidamente, Ivonne le devolvió el saludo y le preguntó: "¿Cuánto tiempo estuviste esperándome?" Terry respondió: "Uhmm, como media hora".
Ella se disculpó: "Perdón por hacerte esperar". Terry le dijo: "Eso no importa, lo importante es que llegaste".
Ambos se sentaron en el banco del parque y comenzaron a tener una conversación normal, como solían hacer la mayoría de las veces.
A Terry le gustaba ella, pero no tenía la valentía de confesarle su amor. Sin embargo, sintió que esta era la oportunidad perfecta. Se armó de valor y le dijo: "Ivonne, hay algo que te he querido decir durante mucho tiempo". Con voz baja, ella respondió: "Dímelo". Terry tomó sus manos un poco frías y le dijo: "Me gustas mucho y te quiero de verdad". Ivonne lo abrazó y le susurró al oído: "Yo también te quiero".
Terry la miró a los ojos, le acarició el rostro y le pidió: "Cierra los ojos". Ivonne obedeció y en ese momento, Terry la besó. Después, Ivonne apoyó la cabeza en el pecho de Terry. Él le dio un abrazo delicado y le dijo: "Deseo que este bonito momento dure para siempre".
Luego, Terry sostuvo las manos frías de Ivonne con delicadeza y le dijo mirándola fijamente a los ojos: "Tienes unos ojos hermosos, me recuerdan al bello color de la naturaleza". Ella le respondió: "Muchas gracias, los tuyos también son hermosos".
Permanecieron abrazados y tomados de la mano en un hermoso silencio en el parque, hasta que ella mencionó que era tarde y que debía irse a casa. Terry, alegremente, le respondió: "Está bien, no te preocupes, te acompaño". Ella sonriendo le dijo: "Justo iba a decir eso".
Y así fue, Terry tomó la mano de Ivonne y la acompañó hasta su casa, pasando por las sombras de la noche en las desoladas calles de Javier Prado.
De repente, un ruido en su oído le despertó. Abrió los ojos y vio a su hermana dándole golpecitos para que se levantara. Se dio cuenta de que todo había sido un sueño.
Terry se levantó, preguntó la hora y se apresuró para ir al colegio. Después de una ducha rápida y un cambio de ropa, fue a la cocina donde su hermana lo esperaba para desayunar.
Como de costumbre, su madre le dejaba una nota en el refrigerador con lo que debía hacer después de clases. Terry la llevó a su habitación y bajó nuevamente para desayunar.
Su hermana lo miraba de forma sonriente, mientras que Terry solo estaba tomando su desayuno de manera muy concentrada, pero en su mente pensaba en otra cosa. Su hermana le preguntó: "¿Terry, hoy te noto un poco distraído?" Él respondió: "No es nada, solo estaba pensando en cómo me irá hoy en clases". Ella le dijo: "Bueno, está bien, apúrate que ya se va a hacer tarde". Terry, mirando la hora, dijo: "Sí, tienes razón, ya falta poco para que comiencen las clases".
Cuando terminó, lavó sus utensilios y los puso a secar. Rápidamente fue a su habitación, tomó su mochila y su llave. Su hermana ya lo estaba esperando en la puerta. Bajaron juntos y caminaron hacia el colegio por las calles del vecindario. El colegio quedaba a solo unas cuadras de su casa, así que llegaron rápidamente.
Una vez dentro del colegio, su hermana se dirigió a su salón de clases y Terry también se encaminó al suyo. Al llegar, se percató de que estaba vacío. No había nadie. Terry se dijo a sí mismo: "Seguramente debí haber llegado temprano". En ese momento, apareció uno de sus compañeros y le dijo tímidamente: "Parece que no soy el único que llegó temprano". Terry respondió: "Así parece". El compañero le preguntó: "¿Eres nuevo? ¿Cómo te llamas?" Terry respondió: "Sí, soy nuevo. Me llamo Terry". Y Terry preguntó con una sonrisa amigable: "¿Y tú cómo te llamas?" El compañero dijo: "Me llamo Luis, soy un alumno antiguo. Un gusto conocerte". Terry pensó que sería bueno hacerse amigo de Luis, ya que parecía ser una buena persona, así que le pidió que se sentara con él. Luis aceptó y se sentaron a charlar.
Luis describía a los alumnos y alumnas de ese salón, mientras Terry prestaba mucha atención. Posteriormente, cansado, le pidió a Luis que no lo molestara un rato, ya que quería echarse una siesta. Terry se recostó en la mesa y se quedó dormido por accidente.
Al despertarse, se dio cuenta de que el salón estaba lleno y trató de disimular su situación incómoda. Afortunadamente, nadie pareció notarlo, ya que cada uno estaba inmerso en sus propios círculos sociales, a excepción de Luis, su único amigo en ese momento.
El día transcurrió con la entrada y salida de profesores, hasta que sonó el timbre del recreo. Luis invitó a Terry a acompañarlo al baño, pero Terry, sintiéndose cansado, declinó la oferta. Luis se fue solo y Terry decidió descansar nuevamente.
Durante el recreo, una chica se acercó a Terry y entabló una conversación. Se presentó como Daisy y Terry se sorprendió por su amabilidad. En ese momento, Luis apareció y notó la interacción entre Daisy y Terry. Tras unas palabras, Luis se retiró, dejando a los dos conversando.
Daisy le preguntó a Terry si tenía enamorada, a lo que él respondió negativamente. Continuaron conversando hasta que sonó la campana para volver a clase.
Después de las clases, Terry y Jessy (la hermana) regresaron a casa. Comieron juntos y compartieron sus experiencias del día. Jessy se ocupó de lavar los utensilios, mientras Terry limpiaba la casa. Posteriormente, descansó un poco en su habitación.
Por la noche, su mamá llegó a casa y compartieron la cena juntos, hablando sobre su día. Finalmente, su mamá los acompañó a la cama y les deseó buenas noches antes de retirarse a dormir.
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"Buscando El Amor Verdadero"
Teen FictionEs una novela que nos narra la historia de un chico llamado Terry el cual es su último año en el colegio y sólo piensa en el estudio. Pero a medida que se desarrolla la historia nos daremos cuenta de que el aparte de pensar en los estudios también p...