..." Y me destruí a mi misma"

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"...Y me destruí a mis misma". Esto paso cuando escuché el famosos refrán "destruye lo que te destruye".

Las personas normalmente piensan que, si acabamos con lo que esta mal, estaremos bien. En cierta forma esto tiene sentido, pero... Que pasa cuando lo que esta mal eres tu mismo?.

Le hice esta pregunta a una extraña una tarde en el bus.

Llovía, y yo tome el primer autobús que vi venir hacia mi. Tomé asiento, sin fijarme en el puesto  junto a mi.

Luego de unos 5 minutos de estar en el transporte, me percaté de que había alguien a mi lado. Tal vez por venir pensado en lo estúpida que era por dejar que me atrapara la lluvia, no la vi.

Una chica, que estaba del lado de la ventana, parecía estar pasando un mal día. En esos momentos, toda persona triste, o depresiva, era mi amiga.

Le hablé, para asegurarme de que todo estaba bien -aunque sabía que no era así-  En lo que terminé la pregunta, rompió en llanto.

Yo solo, sólo no hice nada, y esperé.

Terminó explicándome el motivo de su tristeza. Ella odiaba todo de sí misma. Su cuerpo, su personalidad, su forma de actuar, pero sobretodo su cuerpo.

Estaba sorprendida, porque era como si estuviese describiendo lo que yo sentía. Me distraje un poco, y empece a observarla. Para mi, no tenía nada de malo su apariencia. Pero sabía que decirle que no había nada de malo con ella, no la ayudaría.

Probablemente pensaría que sólo estaba siendo amable.

Y entonces, le pregunte por que sentía que era inferior a los demás.

"Me miro al espejo, y una voz sale de mi cabeza, diciendo: "eres la cosa más horrible que he visto" creo que esa voz soy yo misma.

"Creo que esa voz soy yo misma". Esa frase me quedo en la cabeza. Porque, cuando yo estaba en el espejo, "esa voz" siempre aparecía.

Me dijo, que si tuviera la oportunidad de acabar con eso, - su sufrimiento- lo haría. Pero entonces, recordé que lo que la hacía sufrir, eran esas voces. Y esas voces, eran Ella misma.

Un poco confundida, le mire, y dije: "Pero, tu eres tu sufrimiento, tu eres las voces. Te destruyes a ti?.

Creo que ella no tenía ni la menor  idea de lo que le dije, pero sabía que era cierto. De cierta forma, yo tampoco había pensado en eso nunca. Sólo razoné un poco, y llegue a la conclusión.

El autobús con menos de 5 personas, -contando a la chica y a mi- llegaba a la última parada, pero yo no quería bajar, pues me empezaba a interesar esa chica a mi lado.

Después de la pregunta que le hice. La última pregunta, no hablamos más. Quedamos en silencio, sin siquiera mirarnos. Yo sólo pensaba, que, si mi yo misma era lo que me destruía, igual que la chica, como pondría acabar con eso?

La última parada llego, teníamos que bajar. Mientras el conductor me daba el cambio, trataba de no perder de vista a la muchacha. Quería hacerle una última pregunta. Pero, parecía como sí hubiera desaparecido.

No recuerdo mucho de esa tarde, porque después de todo eso, mi mente quedó en blanco. No recuerdo el rostro de la chica con la que había hablado, no recuerdo su nombre -en realidad no estaba segura de sí me lo había dicho- ni nada acerca de ella.

Luego, entendí que, no había ninguna chica esa tarde.

Esa chica era yo.

Yo era la extraña.

Extraña porque ya no me conocía.

Yo misma, me encontré conmigo. Para hacerme entender lo que no entendía: Nadie me destruía, nadie, excepto yo.

Sólo yo, con mis palabras sucias al verme al espejo. Cada vez que pensaba que no merecía algo que quería, cada vez que me comparaba con otras, yo era mi mal, pero yo me necesitaba.

"Destruye lo que te destruye". Eso me parecía una propuesta. Me parecía una proposición de mi yo destructora para terminar de acabarme.

En ese punto, "yo" éramos dos, y no sabía si podría destruir a la yo correcta.

Destruye lo que te destruye... Y me destruí a mi misma...?

Pero como? Ya estaba destruida, ya estaba rota, fuera de lugar, llena de dolor, y de odio. Odio por mi.

Claro!

Entendí que el "Destruye lo que te destruye" no es la salida. No en este caso, y para mi parecer en ninguno.

No estamos hechos para destruir, no estamos hechos para odiar.

Pero hay algo que las personas no entienden. Lo único que puede destruirnos es nosotros mismos.

Pero buscamos escusas para destruir la cosa equivocada.

DestruyéndomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora