Dean se había marchado de la habitación dejando a una Belha sola, confundida, enojada y triste. Belha tomo asiento en la orilla de la cama por varios minutos. Su mente trabajaba en la decisión de marcharse o quedarse.
¿A dónde iría?
¿A quién esperaría?
Esas eran las preguntas que se hacía antes de tomar una decisión. No tenía casa. No tenía amigos. No tenía familia. No tenía nada.
Con mucho pesar se levantó de la cama y salió de aquella destrozada habitación de hotel. Emprendió una caminata por la orilla de la carretera mientras su mente se ponía en blanco.
"Pobre niñita. Tan sola" – una voz aparecía en su cabeza, burlándose de ella.
Tras varios kilómetros recorridos a pasos lentos, sus pies comenzaron a doler. Con el dolor físico llego el emocional, dando paso así, a unas cuantas lágrimas.
Los autos pasaban pero no se detenían. Parecía una triste alma en pena vagando por la carretera.
El viento hizo acto de presencia, agitando sus cabellos de un lado a otro sin cesar, pequeños susurros parecían venir de él. Parecían llamarle.
- Jophiel - sus pies se detuvieron. Su cuerpo giro hacia el bosque y su mirada busco la fuente de esa voz. Una figura pareció entre las sombras, como si hubiera emergido de ellas.
El hombre que se acercaba a la chica era alto, de cuerpo delgado y sostenía un bastón en una mano. Su traje era negro como aquella oscuridad entre los arboles del bosque.
- ¡Tú debes de ser, Jophiel!
(...)
Sam recorría las carreteras solitarias en busca del hotel en donde su hermano tenía aparcado el impala. Sam había colocado un rastreador de GPS para poder dar con su hermano. Cuando al fin el impala se puso en su campo de visión, se apresuró a estacionar frente al hotel.
Toco la puerta dos veces, grito a su hermano y a su sobrina para ver quien abría la puerta. Cuando nadie respondió, con arma en mano derribo la puerta.
La habitación se encontraba totalmente destrozada. Parecía que un tornado de categoría cinco había entrado a la habitación. Al prender la luz de aquel cuarto frio, sus ojos se dirigieron a la cama, en donde había una pequeña nota... "Ella es toda tuya" estaba escrito con la letra de Dean.
Las llaves del impala tintinearon entre los dedos de Sam. una enorme desesperación invadió su cuerpo. Dean estaba despidiéndose.
Unos pasos cerca lo alertaron, por lo que apunto con el arma hacia la puerta de la habitación. La cabellera negra de Miles pareció.
- Se han ido – dijo Sam bajando el arma.
Castiel apareció detrás de Miles. Las heridas del ángel ya habían sanado. Los ojos azules de Castiel se dirigieron hacia la marcada trampa del diablo que estaba cerca de la cama.
- ¿Qué es eso? – pregunto Miles cuando la vio.
- Una trampa del diablo - respondió Castiel pasando a un lado suyo. Se acuclillo cerca del circulo y lo inspecciono –
- no huele a azufre, ningún demonio estuvo aquí – dijo Sam
- no era para un demonio - respondió Castiel, ganándose la mirada de los chicos. El celular de Miles comenzó a sonar, interrumpiendo el ambiente en el que se encontraban
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2º Libro: La Marca de Caín
FanficEllos no lo recuerdan pero, cambiaron el futuro... Todo parecía haber terminado bien... la máquina del tiempo había sido destruida al igual que Darkar. Belha y Miles habían regresado al futuro, a donde pertenecían. Dean y Reagan se habían confesado...