Capitulo unico

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Y de un momento a otro el día se volvió noche, la luz del sol termino por desaparecer entre las montañas, ahora era el turno de la luna salir e iluminar todo junto a las estrellas que esa noche le acompañaban, parecía que todo ese día se había alineado para que fuese perfecto, pues incluso se podían ver algunas de colores, seguramente de algún planeta muy lejano. Las risas que habían reinado en aquel tranquilo lugar habían cesado, el cansancio comenzaba a presentarse en los cuatro amigos, decidieron emplear la energía que les quedaba en armar sus carpas, no demoraron demasiado, las chicas fueron las primeras en meterse en la suya, para acomodar su colchón, el cual Alya inflaba con pereza

-¿Por qué no trajiste el bombín?- comento Alya de forma agotada, mientras seguía con su arduo trabajo

-¡Tu dijiste que no hacia falta!- Le regaño Marinette que preparaba unos bocadillos

-¡Para que me haces caso!- Ambos hombres se rieron por el tono de la platica, Nino se acerco a la morena para ayudarle

-¡Por eso es mucho mejor tener un saco de dormir!- Nino inflaba el pecho, totalmente convencido de su lógica de campista, era volver a tocar el tema de la mañana, la pequeña discusión de ambos sobre quien era mejor acampando y quien sabia mas

-Me gusta mi colchón, gracias- Comento Alya mientras le sacaba la lengua y se sentaba en el pasto a mirar al chico trabajar, tenia una buena vista desde allí, luego molestaría al chico por eso, amaba avergonzar a su novio, Nino no era alguien fácil de avergonzar pero con Alya parecía que estuviese siempre con fiebre, se rió ligeramente de solo pensarlo

-Creo que el plan de Alya desde el principio era ese- Ambos voltearon a ver la escena, el moreno ya se había dado cuenta de las intensiones de su novia y apenado, se apresuraba a terminar el trabajo, lo que causaba que la sonrisa pícara de Alya solo aumentara, esa era la dulce venganza por haberla empujado al agua en la tarde. Marinette soltó una risita y volvió a su trabajo, ofreció uno de los bocadillos al rubio, que gustoso acepto

-Marinette, creo que me casare con tu comida...-Adrien estaba maravillado con el sabor, ¿cómo podía un simple sándwich saber tan jodidamente bien?- Debes ser el ángel de la comida...- El comentario salió sin pensarlo, Marinette soltó una carcajada, con las mejillas algo coloradas ante los elogios

-No creo que sea para tanto, es solo un sándwich- Era el turno de Adrien de sonrojarse, quizás exageraba, pero realmente le gustaba la comida que preparaban Marinette y su familia, aprovechaba cada instancia que podía para ir y comprar algo de la panadería, o cuando Marinette le invitaba a su casa a junto con Alya y Nino y tenia el placer de probar alguna nueva preparación de la chica

-¡No exagero! ¡Me casaría contigo incluso! ¡Realmente tu comida es mi favorita!- Otra vez hablo sin pensar ¿Por que solo le pasaba cuando estaba con ella? Ambos se sonrojaron, Adrien movió las manos nervioso -¡Es decir no me casaría contigo solo por la comida!, ¡obviamente seria por muchas otras cosas también!- Marinette se sonrojo aun mas, su rostro parecía un tomate y Adrien estaba igualando a la chica ¡¿Por qué no podía decir algo coherente?!-L...Lo que quiero decir es...que tu comida es deliciosa...-Aquello lo susurro sumamente apenado, casi como si le hubiesen regañado por algo, Marinette sonrió con ternura

-¡Nino! ¡Me mordiste!- Los gritos de la pareja rompieron su burbuja, ambos voltearon para ver la discusión, vieron como una de las carpas se movía estrepitosamente, y por ella se asomaban ligeramente los rojizos mechones de cabello de Alya, estaban rodando en la carpa

-Como si no te hubiera gustado- y luego de la risa del chico, este salió rodando de la carpa, seguramente pateado por Alya, Marinette y Adrien contuvieron su risa ante la cómica situación- ¡Oye!-

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