Personal [ RickMorty / C-137cest ]

Solo uno.

–Por última vez, Morty. – Estaba perdiendo la paciencia, golpeaba el suelo con su pie derecho, estaba cruzado de brazos apoyado en la puerta que daba entrada al garaje, el centro de las aventuras que son más unas desventuras de ellos dos. –¿Qué demonios te hiciste?– habló el hombre, se sobo la frente un poco, y soltó un gruñido.

Cerro los ojos con fuerza, más luego soltó un suspiro.–Nada.- Contesto el muchacho jugando con sus manos de manera nerviosa, en volvía sus dedos uno con el otro, entrelazaba las manos. Se mordió los labios al escuchar el gruñido de parte de su abuelo, quien solo saco su recipiente de licor y lo abrió.

Enarcó la ceja, y dio un trago.

–¿E-esperas que -Uuurp- t-te crea, Morty?

–Si.

Morty no dijo nada más, soltó un suspiro cansado, entre cerro los ojos mirando hacía el suelo.

Escucho los pasos del mayor, quien también soltó un suspiro, pero... era un suspiro que mostraba un tono preocupado, algo... sofocado por el mismo que lo dejo salir.

Una mano se poso en su hombro, sintió como lo apretaban, cerro los ojos con fuerza.

–Morty.

Hubo un silencio, era un tono singular con el que se dirigía a el.
El joven había llegado a la conclusión de que Rick no se preocupaba mucho por el, más que este insistiendo con el tema demuestra lo contrario.

Probablemente Rick es más humano de lo que intenta aparentar.

Sonrió de manera apagada, triste, no hubo nada más.

–No quiero hablar de ello, Rick.- contesto de suéter amarillo, tomo la mano del viejo y la aparto.
Levanto la vista, miro hacía su abuelo, quien estaba enfrente suya.

Tenía una mueca. Una mueca rara, muy rara, jamás la había visto tan marcada en su rostro, estaba... triste, preocupado.

Un nudo se el hizo en la garganta, la mano con la que sostenía la contraría empezó a temblarle.
Se sentía culpable.

Tan culpable.

Realmente pensaba que a nadie le llegaría a importar.
Y es que, realmente era así, nadie lo había notado.

Hasta ahora.

–Morty.- hablo de nuevo, apretó la mano contraría con fuerza, como si tuviera miedo de que este se fuera y perdiera la oportunidad de arreglar esto.

Sentía un hueco en el estomago, quería beber, pero incluso en el momento en que probo el licor quiso vomitarlo.
¿El tenía la culpa acaso? ¿Quién tenía la culpa?

–E-el... el alcohol n-no... no funciona... conmigo, R-rick...- tartamudeo, miro al suelo.

Nadie hablo.
Quería que siguiera, más el chico parecía que reprimía su boca para que no salieran más palabras.

–¿P-por eso...?- pregunto Rick, más vio como su nieto negaba.

–A-alguna vez... ¿H-has... has querido olvidar... a-algo?- pregunto.

Al científico se le hizo un nuco en la garganta, apretó la mano contraría y se mordió los labios con algo de fuerza.

–O-olvidarlo... o-o-olvidarlo para siempre... jamás...tener eso en tu cabeza... de nuevo.- el chico hecho una risa algo amarga. –S-soy débil, Rick...- volteo a verlo, tenía los ojos acuosos, quería llorar, pero se estaba conteniendo. –Y-yo... yo soy inútil...- hablo.

–Cállate, no pienses eso de ti de nuevo.

–¡Es la verdad!- el muchacho se separó.

Morty golpeo el escritorio del hombre mayor, este solo retrocedió un par de pasos, más mantenía el ceño fruncido, enojado, con un estomago revuelto debido a sus nervios y al enojo que estaba reprimiendo. Quería gritarle, sacudirlo, golpearlo hasta que los tornillos que tuviera flojos se le acomodarán.