-Abreme la puerta, por favor.-dije dándole tres golpecitos a esta.
No se escuchaba nada en la habitación. Seguramente estará dormida. Si tan solo hubiera un modo de entrar.
(...)
-Tif.-dije abriendo la ventana lentamente.
La cerré una vez que pude entrar y me acerqué lentamente a su cama.Estaba durmiendo plácidamente. Estaba dandome la espalda.
-Hey.-dije susurrando.
-Déjame sola Matthew.-dijo con voz ronca. Sonreí.
-Déjame explicarte cariño.-dije suave mientras me sentaba en la cama.
Vi como se removia lentamente hasta mirarme medio dormida.
-¿Que dijiste?-preguntó confundida
-Que me dejes explicarte.-dije más como una pregunta.
-No, no.-negó con la cabeza.-Lo último. Repitelo.
Frunci el seño pensando a que se referia. Y entonces sonreí.
-Cariño.-dije inocente.
Ella sonrió y yo casi me muero. De repente se sentó y me abrazó.
-Suena bonito.-rei por su repentino cambio de humor y le devolvi el abrazo. Pero de repente se alejó de mi señalandome con un dedo.-No pienses que me he olvidado que estoy enojada, detesto que seas tan tierno cuando estoy así, siempre caigo.
Reí un poco y acerqué mi mano a su mejilla acariciandola suavemente.
Vi como su cuerpo se relajaba y sonreía levemente.
La contemple unos segundos y suspire.
-Tif, tengo algo que contarte.-dije un poco nervioso, tenía que decírselo.-Pero necesito que bajemos, por favor.-ella fruncio el seño y asintió.
Ambos nos levantamos de su cama y la tomé de la mano, la cual aceptó. Abrimos la puerta con la llave y comenzamos a bajar las escaleras dirigiendonos al living.
Una vez que llegamos, noté como Tiffany se tensaba a mi lado y apreté su mano para que confíe.
La mire y le sonreí notando como se sentía más tranquila.
Me senté junto a Mandy y Tiffany se acomodó en el sillón del frente junto con Dylan.
Ambos nos miraban expectantes, esperando nuestra explicación y la razón de la presencia de Mandy.
Carraspee un poco y comencé.
-Ehm, bueno... Yo traje a Mandy para poder explicarles lo que pasó con el...blog y ehm... bueno, eso.-dije. La voz me temblaba un poco. Mire a Mandy y asenti con la cabeza indicando que comience a hablar.
-Miren, yo de verdad no quise ocasionar nada malo.-se acomodó un poco en el sillón y prosiguió.- sólo hice lo que me dijeron mis hermanas, siempre lo he hecho pero estoy tan cansada de todo esto.-suspiró.- lastima que me di cuenta demasiado tarde.
Dylan y Tiffany se mantuvieron en silencio y yo le sonreí a Mandy para luego mirarlos.
Vi como Tiffany fruncia el seño y miraba a Mandy
-¿Ya es todo?.-dijo seriamente.
-Ehm..si, yo creo que si.-dijo Mandy mientras bajaba su cabeza y jugaba con sus manos, nerviosa.
-Pues bien, ya puedes irte. No necesitamos tus estúpidas disculpas ni que tampoco te vengas a hacer la víctima con nosotros.- iba levantando su tono de voz. Se levantó del sillón y subió rápidamente las escaleras sin mirar atrás.
Suspiré y miré a Dylan. Él torció un poco su boca y miró a Mandy.
-Gracias por venir a disculparte, quiero que perdones a Tif, no está en su mejor momento.- se levantó y golpeó despacio el hombro de Mandy.- cuando esté más tranquila le diré que vaya a hablarte.- se fue sonriendo y yo mire a Mandy.
-Perdón que no haya sido el mejor dia para traerte, no quería que la pases mal. Hablaré con Tiffany y veré como resulta todo. Mientras tanto tu podrías eliminar el blog, verdad?.- sonrió y asintió.
-Gracias Matt, por escucharme y por dejar de lado el rencor. Por favor dile a Tiffany que hable conmigo, necesito dejar en claro muchas cosas.- asentí y me dio un beso en la mejilla para luego ir hacia la puerta.
Vi como se iba y suspiré. Es hora de ir a buscar a Tiffany, necesitaré protección, porque seguramente me espere un golpe.
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Los Amigos No Se Besan
JugendliteraturSoy Tiffany Duff, 17 años. Extrovertida, simpatica, amante de los libros, tengo un hermano mellizo y.. Bueno, más adelante me van a seguir conociendo. Luego de vivir varios años en Texas, me mudo a California, mi hogar. Alli hay reencuentros, recuer...