1. Mi nombre es Marie

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-Marieeee!!!!!! LEVANTATEEEE!!!! -grita mamá, despertándome de mi sueño. Aunque en realidad había soñado en blanco.

-Ya voy, un momento -respondo con voz somnolienta -¿Acaso nadie puede dormir en esta casa?

-Lo siento cariño, pero son las 10:30 am y me preocupaba que no bajaras, te vas a acostumbrar a levantarte tarde -dice ella, como si fuera la primera vez que me quedaba dormida.

Me levanto de la cama, camino hacia el baño y me veo en el espejo. ¡Que mal aspecto! Mis cabellos rubios estan todos desordenados y tengo la cara grasosa. Y de mi aliento ni se hable. Me cepillo los dientes y me meto a bañar, el agua está caliente, justo como me gusta. Repaso lo que debo hacer en el día y me acuerdo que había planeado la noche anterior, salir con Jane y con Chris, mis mejores amigos.

A Jane la conocí el primer día de prepa, ella era toda tímida y siempre con la nariz metida en los libros. Un día decidí acercarme para hablarle y preguntarle su libro favorito. Me respondió que era Orgullo y prejuicio, me pareció una chica muy interesante, ¡a los 12 años leía a Jane Austen! En fin quedamos en ir a la biblioteca y ahí la conocí mejor, bueno, no exactamente en la biblioteca, mas bien en la cafetería de la biblioteca. Hablamos un rato y desde ahí empezó nuestra amistad. La Jane que conocí en la preparatoria, no se parecía en nada a la chica de ahora, una fiestera y extrovertida Jane.

A Chris lo conocí de forma muy diferente, ni siquiera me acuerdo de cuando lo conocí. Mi madre era amiga de la suya, entonces siempre nos llevaban a la misma guardería, el mismo parque, el mismo instituto. Él es como el hermano que nunca tuve, lo aprecio muchísimo, y aunque Jane dice que él tiene sentimientos más profundos hacia mí, no le creo, es imposible, somos como hermanos.

Cierro la llave de la ducha y salgo, me envuelvo en una toalla y camino hacia el armario, lo abro y saco un par de ropa interior, me lo pongo y escojo un jersey negro que tiene estampado en letras blancas "BE DIFFERENT", saco unos jeans azules y me los pongo, me peino y me seco el cabello, lo amarro con una liga y me pongo un poco de maquillaje, lo básico, un poco de polvo, rubor y brillo labial.
Me calzo unos converse grises y salgo.

Mamá me recibe con un abrazo, y un "Buenos días", me coloco en mi respectivo asiento en la mesa, y devoro las tostada con mantequilla que me sirve mamá.

-¿Tienes planeado salir hoy? -pregunta mi madre -Veo que te has maquillado ¿Es para alguien en especial?

-Si, hoy voy a salir con Jane y Chris, y no, no me maquillo para nadie en especial, lo hago para mí -respondo con algo de fastidio, no me gusta que piensen que me maquillo para alguien. Es algo de enamorada. Maquillarse para alguien, bah, eso no es para mí.

-¿También va Chris? -dice mamá, de verdad se está poniendo algo fastidiosa -Creo que le gustas a ese chico, se nota por como te mira.

-Mamá, no quiero hablar sobre eso en este momento. No me gusta Chris y él no gusta de mí. Caso cerrado.

-De acuerdo, pero no vuelvas muy tarde, sabes que no me gusta que andes muy tarde por aquí, Londres se ha puesto peligrosa.

-Ok -respondo levantándome, y subiendo las escaleras hasta mi habitación.

Mi madre y yo vivimos en un Penthouse, de tres habitaciones y dos baños, un estudio, una pequeña cocina. Una sala de estar y un amplio comedor.

Me dirijo hacia el baño, me cepillo los dientes, salgo, agarro una pequeña cartera, meto las llaves del apartamento, mi iPhone, un cargador, audífonos y un monedero.

Me miro por última vez en el espejo y salgo. Bajo y me despido de mamá con un abrazo, voy a la estación de metro, y compro un boleto, llamo a Jane y al tercer bip responde.

PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora