Capítulo 1

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Llevo casada con Thomas 5 años, se supone que deberíamos ser felices pero no lo somos, él era mi hombre perfecto, pero un tiempo para acá no se que paso con el que ya no me trata igual, el se enfoca mas en su trabajo que en mi, el sexo ya es aburrido, salimos a lugares con personas ricas de dinero pero pobres de mente, ya no me agrada compartir con personas así.

-Kendall, ya casi nos vamos ¡apresúrate!-dijo Thomas dándome una nalgada.

-¡Ayyy! ya solo me falta el maquillaje.- dije parándome hacia el espejo.

Llevo puesto un vestido rojo, que pronuncia muy bien mis caderas y mi gran trasero también, tengo mi pelo largo y un poco rizado, un pintalabios bien rojo.

-¿Como me veo?- Le pregunto a Thomas.

Me miro de reojo y solo dijo bien. Sus palabras hicieron que me sintiera fatal, no esperaba esa respuesta !ni siquiera me miro!

Me fui a la sala a esperarlo, no quería que viera mis lagrimas, extrañaba al Thomas que conocí y amé, ya siento que lo he perdido...

Estábamos en el carro y el solo hablaba de las personas de su trabajo, estaba harta de escucharlo, quería decirle que no me importaba esas personas, pero no quería que se molestara, no soportaría otra pelea más.

Llegamos a la gran mansión de su jefe, había muchas personas con trajes y vestidos hermosos, me sorprendí de la decoración, a lo mejor gasto millones para una sola noche !que pena!

Saludamos a todos sus compañeros y fuimos a saludar a su jefe.

-Hola Sr Jones, le presento a mi esposa Kendall.-dijo Thomas.

-Hola.-dije sonriendo.

-Hola, ¡Wao tu esposa es muy bella! espero que no te enojes Thomas.-dijo riendo y dándole una palmada en la espalda a mi esposo.

Yo reí y le dí las gracias.

-Si mi esposa es hermosa.- dijo Thomas besando mi cachete.

Lo mire y me dieron ganas de largarme de ahí, ¿Ahora si dice que soy hermosa? y solo porque su jefe lo dijo...

Nos despedimos de su jefe y nos fuimos a sentar en silencio. Estoy tan molesta que no quiero hablar con el y ese estúpido ni cuenta se da que estoy molesta.

-Vuelvo enseguida, voy hablar con mis compañeros.- Dijo se paro y se fue, no me dejo ni decirle que lo acompañaría, me dejo aquí sentada y sola.

Me pare y salí al gran balcón, estaba semi oscuro lleno de flores hermosas, y yo estaba sola aquí deseando estar con mi esposo, pero el ni caso me hace.

-¡Hola! ¿Que haces aquí sola?

Mire a ver quien decía eso; lo vi ahí recostado de la puerta, su pelo negro, alto, piel blanca, cuerpo musculoso, su hermosa sonrisa, sus ojos !Que ojos mas hermosos! azules como el cielo.

-Mi esposo esta adentro buscando algo.- Mentí, no quería que supiera que me había dejado sola aquí.

-¡Ah ok!.-dijo acercándose a mi.

-¿Como te llamas?-preguntó.

-Kendall, ¿Y tu?

-Edward.

Nos quedamos callados, no sabía que decir y el no deja de mirarme, eso me pone nerviosa. no se porque el me pone así, ¿talves es por que es muy lindo? mmm dí algo Kendall, no te quedes callada.

-¿Tienes novia?- dije... ¿En serio pregunte eso? ahora pensara que me interesa, que estúpida soy, pude preguntar por el clima mejor...

-No.- dijo riendo.

Creo que se dio cuenta de la cara de estúpida que puse, !Perfecto!

-No es que me interese, es que no tenia nada que decir.- Digo y me sonrojo más.

- No hay problema- dijo riendo.

-Mejor entraré, aquí afuera hace mucho frió.- dije, pero era más que obvio que no tenia frió, solo quería irme de ahí.

-Esta bien, fue un placer conocerte, espero volver a verte.-dijo

-Igualmente.- dije y salí casi corriendo.

Busque a Thomas por todas partes y el muy estúpido ni me extrañaba, duré como 10 minutos buscándolo en esta enorme mansión, y lo vi estaba muy alegre conversando con sus "queridos amigos"

-Thomas quiero irme.- le dije en su oído.

-No me voy por hora, si quieres mi amigo puede llevarte que también se va.- dijo

¡No me hace caso la noche entera y ahora no me quiere llevar!

-Ok Thomas, ¡solo quiero irme de aquí!- dije molesta, a el no le interesa nada de lo que haga...

-¡perfecto! ahí esta mi amigo.- dijo señalándolo.

lo mire y era el ¡no puedo creer que sea con el que me vaya!

Pasión ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora