Reconciliacion

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Narra Edward

Después de regresar del hospital, Arlet subió a su cuarto algo enojada, pero eso ya era común en ella, y mas ahora con el embarazo.

Al pasar de unas horas, subí a ver como estaba, pues me preocupan los dos, ella y nuestro hijo, nunca dejaría que nada les pase a ninguno. Al entrar noto como ella esta tirada en la cama, estaba profundamente dormida, boca abajo y solo estaba vestida con unos vaqueros. Me pregunto que habrá pasado con su blusa.

Me quede un rato sentado en el sofá viéndola dormir, era demasiado hermosa, parecía un angelito durmiendo, y su falta de blusa me calentaba un poco. Para que negarlo, aunque no se veía mucho por su postura, pero apreciaba su espalda desnuda que me hacia pensar en hacerle el amor. Su cuerpo me vuelve loco y no creo que algún día me sacie de el.

Me acerque a ella sin hacer mucho ruido y bese su cabeza, topandome con su hermoso pelo rubio. Ella se removió un poco pero no hizo seña de despertarse, ahora con el embarazo pára el día completo cansada y muy sensible.

Se que ella necesitaba algo para entretenerse un rato, así que decidí hacerle un regalo, le dije a Jerry que la cuidara mientras yo no estaba, pues hiba a salir a hacer unas diligencias.

Emprendí camino hacia una fundación de animales a la cual había solicitado adoptar un cachorrito, Arlet amaba los animales, y con este regalo seguro que le sacaba una sonrisa.

Cuando llego, la señorita que me atiende, me dice que aceptaron mi solicitud y que me estarían entregando en esos momentos al perrito.

Al llegar a la casa y subir al cuarto, Arlet se estaba despertando de su muy larga siesta. Ella mira mis manos algo desconcertada, para luego subir la mirada hacia mi rostro.

-Hola, cariño. Te he traído un regalo-Digo sonriendo y acercandome hacia ella.

-No me interesa, puedes llevartelo-Responde dándome la espalda y volverce a acostar.

-Te va a gustar, así que te recomiendo que lo abras-Replico.

Ella no quiso abrir la caja en la que tenia al perrito. En esas el tira un ladrido que me sonó algo asustado, ella volteo asombrada y sonrio a muy aprisa, supongo que se imagino que era. Se acerco ami, tomo la caja de mis manos y la abrió rápidamente.

Su cara se ilumino con una gran y hermosa sonrisa, como esas tantas veces que solía verla.

-Es un perrito, Muchas gracias esta precioso-Decía mientras me besaba y abrazaba  con mucha fuerza.

-Sabia que te gustaría-Sonrío.

-Como se llama?-Pregunta entusiasmada.

-Aun no tiene nombre, así que estas en toda liberta en ponérselo-Digo.

Dudó por unos segundos, pensando que nombre le pondría, hasta que por fin se decidió.

-Le llamare Danndy, pues es barón verdad-Pregunta nuevamente.

-Si amor es barón, así que le puedes llamar como quieras. Ese nombre le queda bonito.

Narra Arlet

Wao no podía creerlo, este había sido el mejor regalo que me habían dado en toda mi vida, este significa mucho mas que aquel vestido elegante que me dio una vez, que te regalen un animalito es un acto muy tierno. Me encanta Danndy aparte de que es muy hermoso, es pequeño, parecido a un chihuahua, con pelos negros, y un blanco en las dos patitas traseras.

Ver esta perrita me ha hecho recordar a Maya, la llegue a querer demasiado, era super hermosa. Si Edward con este regalo queria bajarme el enojo, creo que lo logró, al ver la perrita fui corriendo  lo abrace y lo bese de tanta emocion. Creo que le dare otra oportunidad, espero y no la desperdicie.

Dulce AgoniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora