Capítulo trece

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Por fin habían vuelto de sus vacaciones y lo primero que los dos enamorados hicieron fue subir a su habitación y caer en un profundo sueño.

Louis había despertado a eso de las 9 de la mañana y empezó a recorrer cada pasillo de la gran mansión.

Caminaba con lentitud subiendo las escaleras, con total gracia y quitando sus prendas quedando solo en unas panties negras de encaje, Louis amaba bailar.

Camino hasta el cuarto que compartía con Harry moviendo las caderas sensualmente, entro en el cuarto y fue al cuarto donde sólo había ropa de el y Harry, echó un vistazo a la ropa y agarró una camisa blanca, fue hasta enfrente del espejo y se la puso, empezado a bailar para él mismo, subiendo sus brazos y moviendo sus caderas igual que Selena en HTM.

Agarro el perfume de Harry y olió, deleitándose por el aroma tan caro y varonil que Harry solía usar.

Quitó la camisa, dejándola caer al suelo, acompañando a las panties, quedando totalmente desnudo.

Fue hasta el baño y entro en la tina, abriendo la regadera y entrando, sintiendo con placer como el agua caliente impactaba su dorada piel, paso sus manos por su abdomen hasta sus pezones, pellizcandolos y retorciendolos, pensando en las grandes y masculinas manos de su papi tocándole.

Estaba en una burbuja de pasión, todo para el estaba en cámara lenta, disfrutando las caricias que el mismo se proporcionaba.

Llevo dos de sus dedos a sus finos labios, rozando las yemas en estos. Lúbrico los dedos con sensualidad, pensando en Harry, siempre en Harry.

El ojiazul, jadeante, llevo sus dedos a su fruncido agujero y metió los dos, gimiendo agudamente, de puro gusto.

Sus dedos entraban y salían con total lentitud, su mano desocupada subía y bajaba por su miembro, sus dientes mordían su labio inferior acallando los fuertes gemidos que luchaban por escapar desde lo mas profundo de su garganta.

No había nada que tocarte pensando en la persona que amas.

Su pecho mojado subía y bajaba frenéticamente por el fuerte placer que azotaba todos sus sentidos. Su entrada recibía sus pequeños dedos con gusto, era fácil para él recibirlos, sus dedos no eran nada comparados con los fe Harry. Su miembro latía ansioso por el orgasmo y sus ojos estaban fuertemente cerrados por el placer tan fuerte que azotaba su cuerpo.

Era una imagen tan sensual, tan pornográfica y sería un honor ver a ese hermoso chico con cuerpo curvilíneo en esa situación tan excitante. Aunque Harry no lo admitiera, lo que más amaba de su bebé era su cuerpo, ese cuerpo que le había proporcionado orgasmos tan fuertes, ese culo que se amoldaba perfectamente alrededor de su gruesa y larga polla.

Sus manos tan suaves que le hacían cosas tan guarras y placenteras.

Pero no mal piensen, Harry amaba todo de Louis, hasta el mas mínimo defecto de Louis, pero su cuerpo, oh joder, debería considerarse la octava maravilla del mundo.

Louis paro sus movimientos cuando el orgasmo lo azotó, las tiras y tiras de líquido blancuzco quedaron en el agua y sus pequeños dedos abandonaron su dilatado agujero después de que su respiración volvió a la normalidad.

Salió de la tina y quitó el tapón dejando que el agua sucia se fuera por ahí. Se secó con extrema delicadeza no queriendo dañar su piel, que meses le llevo recuperar su suavidad y sanar toda herida y moretones.

Salió del baño y se puso una pijama de color azul y una camiseta blanca lisa. Se dio cuenta que tenía hambre solamente cuando su estómago rugió con ansias de comida. Sentía que podía comerse todo el refrigerador completo, y eso ya era mucho decir.

Bajo las escaleras y se dirigió a la cocina, entrando y encontrándola vacía, era obvio, Harry les había dado unas vacaciones a todas las cocineras. El único que se quedo fue Niall, en este momento el rubio estaba en el jardín trasero podando el césped.

Louis sacó las sobras de comida china de anoche y las metió en el microondas poniendo 1 minuto. Una vez el tiempo acabó y el microondas sonó saco la comida y fue hasta la mesa, sentándose y empezando a comer con la vista en ningún lugar en específico, recopilando en su cabeza todo lo que en su vida había acontecido en lo largo de éstos cinco años.

Niall entro con una sonrisa resplandeciente y se sentó en la silla de al lado de Louis soltando un suspiro cansado.

"¿Cansado?"Preguntó después de tomar un tragó a su jugó de manzana.

"Si, pero más que nada, feliz" Soltó un suspiró enamorado, con una sonrisa en sus rosas labios, sacudiendo su mano que portaba el anillo frente la cara de Niall.

"¿A que se debe esa cara de enamorado, Ni?" Preguntó con intriga, volteandosé por completo a él y darse cuenta que realmente no le estaba prestando atención.

"Me gusta un chico" exclamó segundos después com normalidad.

"¿Puedo saber su nombre?" Chillo emocionado, queriendo saber que persona había logrado ganarse el corazón de tan noble persona.

"No creo que te guste demasiado saber esto" mordió la uña de su dedo pulgar con nerviosismo.

"Anda, dime, sabes que solo me importa verte feliz" insistió, con un puchero en sus labios.

"Es Zayn" sonrió culpable y vio como Louis escupia la cucharada de comida que había metido a su boca recién.

***

¡Las adora, Alan, su escritor!

❝LAS APARIENCIAS ENGAÑAN; LARRY❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora