Capitulo 4

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Pensé en tocar la puerta pero al final solo la abrí como si nada.

Entré lentamente y cerré la puerta con mi espalda tratando deliberadamente de tardarme lo máximo posible.

Entonces cuando mis ojos deambularon asustados por toda la habitación, hecha una mierda, lo miré, sentado en el piso de su balcón, sin camisa, con sus brazos recargados en sus rodillas y su cabeza entre ellos, llorando.

Jadeé desesperadamente y mis ojos inundaron mi cara en menos de un segundo. No, demonios, no.

Ahí estaba por fin frente a mí, sollozando horriblemente.

-Niall -murmuré acongojada en estado de shock, incapaz de moverme.

Muy pocas veces lo vi llorando, y esas veces fueron solamente pequeñas lagrimas saliendo de sus ojos; nada comparado con eso. Sus hombros se movían violentamente de arriba abajo conforme sollozaba.

Limpié mis lagrimas con mis manos temblorosas y caminé hacia él más lento de lo que cualquier persona coja lo haría.

-Zayn, vete de aquí -murmuró con la cabeza aun hundida cuando ya estaba a menos de tres metros de su cuerpo. Santa mierda. Extrañé tanto su voz.

-No soy él.. -dije con un poco de miedo. Miedo a su reacción, a su respuesta, a su cara cuando viera mi panza, a que dijera algo cruel sobre mi amor, a que le molestara el hecho de haberle escondido que estaba viva, a que no me quisiera ahí, a muchas cosas.

Su cuerpo se tensó de una manera muy brusca y obvia, lentamente levantó su cabeza y se quedó unos segundos quieto sin voltear hacia mi, hasta que perdió la paciencia y lo hizo.

Se veía realmente enfermo, destrozado y contuve las ganas de tirarme sobre él y abrazarlo hasta que ese dolor se fuera de él.

Sus ojos estaban rojos igual que toda su cara, por el llanto, supongo; tenia ojeras marcadas y barba creciente.

De acuerdo ¿De que está hecho este hombre? Se ve hermoso aun cuando esta "feo" Yo me veo horrenda aun cuando estoy "bonita". Esa barba se ve jodidamente sensual. Además es obvio que ya me vio ¡YA ME VIO, JODER! ¿Por que mierda no dice nada?

Después de casi un minuto de mirarnos fijamente, por sus ojos paso un abismo de tristeza, me sonrió de la manera más hermosa posible, y bajó la cabeza, negando lentamente, entonces tomó la botella vacía a su lado, la vio fijamente, como si la culpara de algo y la lanzó a la pared con tanta fuerza que se reventó en mil pedazos a menos de dos metros de nosotros, haciendo que yo brincara del susto.

-Ya no aguanto esta mierda -murmuró con una voz temblorosa de borracho. Totalmente destruido.

-¿Que te pasa? -pregunté acabando con la distancia y poniendo mi mano sobre su brazo al mismo tiempo que me inclinaba para verlo mejor. Pero él se estremeció en cuanto mi mano lo tocó e hizo la peor cosa del mundo; con su otra mano golpeo la mía para que lo dejara de tocar.

-No me toques -advirtió con los dientes apretados. Y mi corazón se rompió en millones de pedacitos. Eso era un claro ejemplo de porque nunca le dije acerca de mis sentimientos y también de porque tenia tanto miedo de verlo de nuevo. Él obviamente me aborrecía. -no me toques, maldición.

-¡¿Por qué?! -exclamé toda conmocionada, a punto de irme corriendo de ahí y sentarme en el piso del parque a llorar por horas y horas.

-Se siente real -susurró y luego rió de la manera más triste posible.

-Soy real.

-No, no lo eres. -renegó, luciendo cansado, gracioso y confundido.

-¡Si lo soy! -tomé su cara entre mis manos ignorando sus quejas estúpidas.

-Ella murió -me dijo, como si yo fuera otra persona, y con sus ojos gritando que se moría de la tristeza. -Por mi culpa

-¿Tu culpa? -pregunté extrañada.

-Si... Ella me dijo esa mierda en una jodida grabación -miró hacia otro lado y se soltó de mi agarré- tráeme otra botella

-¡No! Estás asquerosamente borracho -me quejé frunciéndole el ceño.

-Eso no es cierto... -sonrió. Suspiré, sería imposible tratar con él si estaba en estado de borracho deprimido y loco.

-¡Claro que si, maldición!

-No voy a pelear contigo... Quien quiera que seas... Solo porque te pareces mucho a la desgraciada de ____

-Eres... Agh, eres más imbécil que yo -murmuré poniendo los ojos en blanco.

-Cállate y vete de aquí. No sé ni quien eres.

Me levanté para llamar a Brad y antes de que diera la vuelta Niall me agarró la pierna izquierda con mucha fuerza haciendo que casi me callera de boca al piso.

-No te vayas -murmuró dolido, cómo si no me hubiera estado diciendo eso desde que llegué.

-Mmmmm, quien te entiende pues -me reí- no me voy a ir, solo iré a...

-¿No que no te ibas? -replicó sin soltarme. Puse los ojos en blanco una vez más y saqué mi celular ahí mismo con su palma tibia quemando donde tocaba.

-Hola -contestó Brad- ¿Qué pasó?

-Es que... Niall está borracho, muy borracho y yo no sé que hacer.

-Oh... Bueno, prepárale un café y mételo a la regadera. De seguro se le quita con eso.

-Ummm, de acuerdo. Adiós.

-Adiós. Suerte -colgamos.

Aun sin voltearme con él, sonreí, sonreí porque estaba feliz, porque por fin estaba con Niall, porque él estaba bien a pesar de la mugrosa borrachera y porque no me odiaba.

-Te voy a preparar un café -le dije con voz melosa y una gran sonrisa agachándome a su lado. Él empezó a negar muchas veces.

-No quiero eso, quiero otra botella de esas -apuntó a los vidrios en el piso.

-Mira... ven conmigo -le extendí una mano. Él la vio muy bien como por tres minutos, no sé porque rara razón se le quedo viendo como si fuera un maldito extraterrestre. -¡Toma mi mano!

Niall levantó con inseguridad su mano y cubrió la mía con mucha suavidad. Solo dejo nuestras manos juntas.

-Por favor, levántate -rogué. Él gruñó y soltó mi mano para levantarse solo, con muchísimo esfuerzo y tardándose mil horas pero se levantó.

-Oh mierda -exclamó con los ojos muy abiertos mientras caminaba y se balanceaba de un lado a otro sin nadita de equilibrio.

Niall borracho era bipolar y gracioso, no podía caminar mas de tres pasos sin casi caer al piso, no podía hablar coherentemente, no podía creer que yo fuera real, de hecho creía que yo era solo alguien que se parecía mucho a _____. El caso era que Niall borracho era igual de perfecto que Niall normal. Y yo lo amaba de cualquier manera posible.

Nos metimos al baño y prácticamente aventé a Niall al piso de la regadera, haciéndolo caer como vaca y soltar mil maldiciones hacia mí y hacia él mismo.

Abrí la llave de una sin avisarle y por poco brinca hasta el techo cuando se mojo todo.

-¡Está fría, joder! -gritó tiritando. Bien, se lo merece por borracho.

La Lista Del Cubo Perfecto (Niall&Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora