Capítulo 7

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Esa noche dormí nuevamente en el sofá de la sala. Sólo que esta vez no amanecí en la mullida cama de mi habitación. Me levanté temprano, creo que incluso antes que Zayn e hice café y unas tostadas para desayunar. Mientras el café terminaba de estar, fui e hice mis necesidades y mi aseo personal en el cuarto de baño de invitados. O bueno más bien es un cuarto casi vacío, ya que sólo se usa para guardar varias cosas que no son tan necesarias, pero no hay cama. Volví a la cocina a desayunar. Observé el reloj que marcaba las 7:20 a.m cuando ya me disponía a salir. Normalmente los lunes a esta hora ya hay bastante tráfico, así que me sorprende un poco ver tan pocos autos transitando por las calles. He salido bastante temprano del apartamento, por lo que voy caminando al trabajo, que no es muy lejos, menos mal no me he llevado tacones altísimos o sino ya habría muerto. Estos sólo tienen un poco de tacón para darme porte y feminidad, pero que son muy cómodos.

Luego de unos 25 minutos llego a mi trabajo. Sólo es una pequeña empresa de dos pisos, en la que trabajo sólo medio día, ya que las clases de la universidad son en las tardes y noches. Entro al lugar con pasos seguros, saludo a algunas personas que ya se encuentran llegando, subo por las escaleras y llego al segundo piso, donde me saluda la recepcionista, que para variar, tiene la cara bastante pintorreteada, le devuelvo el saludo lo más amablemente que puedo y me introduzco en mi oficina sin saludar a nadie más. Mi oficina es pequeña pero cómoda. Tengo un escritorio con computador, una pequeña estantería y montones de papeles sobre el escritorio y una silla que tengo al lado de este. Como cada comienzo de semana, los papeles rebosan, tengo que archivar, ordenar, pasar, sellar, etc. documentos que llegan de diversas partes que tienen convenio con nosotros.

Pasadas varias horas en las que casi no me he despegado de mi puesto, ¡por fin es medio día!. Como cada que me tocan prácticas, me traigo el cambio de ropa de enfermería. Me dirijo al centro que me asignaron, llego un poco más temprano de lo usual y aprovecho para ir al baño y cambiarme. Cuando salgo me encuentro con Milena.

- Hola Mile, ¿cómo te ha ido? -Le pregunto con un gesto de aburrimiento.
- Bien, pero ¿y esa cara? -Me dice con preocupación evidente -Pareciera que hubieses comido algo agrio.

- No, nada en especial, no pude dormir bien anoche por terminar uno de los talleres...
- Uy si que están jodidos esos talleres ¿no? ¿Cómo serán los exámenes?

- No quiero ni imaginarlo, ya estoy estresada con todo esto como para agregarle más -Dije más para mí que para ella.

- ¡Vamos, dale, anímate! -Dice buscando alegrar el ambiente - Cambiemos de tema, por ejemplo, ¿cómo vas con tu prometido? -Le hice un gesto de que no tenía ganas de hablar de eso -Okey, entonces cuéntame, ¿a qué se dedica el bomboncito de tu sobrino? ay es que es tan bello...
- La verdad Mile, ahora no tengo tiempo, ya voy a llegar tarde a mi turno -La corté de una porque lo que menos quería era recordar mis problemas amorosos ahora - Nos vemos luego :)

- Vale, hermosa ¡te cuidas! y me avisas cuando te viene a visitar ese mono bello para acompañarle -Terminó de decir con un guiño coqueto, al cual respondí con una sonrisa falsa, definitivamente el encontrarme con Milena no ayudó a mejorar mi ánimo.

Me la pasé bastante pensativa sobre lo que me ocurría y las razones de mi mal humor todo el rato, inclusive tuvieron que llamarme la atención cuando casi dejo caer un paciente, haciendo que me pusiera toda colorada, y que escondiera el rostro para ocultar mi vergüenza. Cuando estaba por terminar mi turno, llegó bastante apresurado un joven por la puerta de emergencias...

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⏰ Última actualización: Feb 11, 2019 ⏰

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