Keep you ; kellin quinn [iych #1.5]

XVIII

"Todos los rumores, todas las peleas, siempre encontramos una manera de salir con vida. Pensamos que íbamos a ser fuertes, pensamos que seguiríamos adelante, ¿lo hicimos?"

: : C A P Í T U L O   D I E C I O C H O | Nostalgia

00:14. Saint Peter street, California.

(Kellin)

Miré fijamente la piedra fría, inmóvil e inanimada frente a mí, que parece burlarse de mi nula capacidad para contener las saladas gotas que rodaron por mis ojos. ¿Cuánto tiempo pasó ya? ¿Días? ¿Meses?

Años... sin venir a este lugar. Y pensar que hubo un período de mi vida en el que no podía vivir sin desear ver el final. Anhelando terminar con la mentira en la que existía día a día.

- Perdón - logré articular sin palabras reales. Mi garganta estaba tan seca que parecía muerta. Como el cuerpo debajo de esa lápida.

Tallé con mis dedos el precioso nombre que anunciaba ese pedazo de concreto solitario. 

- Ya no sé qué hacer - supliqué apretando mis dientes hasta casi llegar a romperlos -. No sé qué demonios hago. ¿Por qué no estás aquí para ayudarme?

Viví toda una vida odiando a diferentes personas por partes iguales, a mi padre por abandonarnos, a mamá por dejarme para cumplir sus metas, a Megan por hacerme desear estar a su lado cuando lo único que podría traerle eran malas noticias, a las personas que me rodeaban probablemente por la vana ilusión de fama que mi nombre les podía brindar.

Pero a esta persona... yo jamás pude odiarla.

Kate.

Desde el instante en que la miré supe que algo bueno había hecho, porque ella me regaló una de sus cálidas sonrisas y me invitó a ser parte de su círculo de amigos. Analizando mejor mis sentimientos en este momento, no creo que pueda olvidarle jamás. No porque ame menos a Megan lo que amé a Kate, ni tampoco porque me aferre a recuerdos del pasado para ser un melancólico empedernido que tiene como hobby llorar en los rincones. No.

Más bien, porque hay distintos tipos de amor.

Creo que Kate fue ese amor etéreo, frágil y tan sólido a la vez que no podría ignorarlo. El que te escucha, el que te abraza cuando lo necesitas pero el que no está destinado a ser para ti.

Cuando Jeuse anunció que tendríamos que irnos el miércoles a Nueva York lo único que quería era mandar todo al carajo, correr hasta Megan y olvidarme de todos los problemas que habitaban en mi vida.

Pero, claro, como muchas otras cosas que yo quería, no era posible de cumplir.

Tenía que ir con Jeuse, porque debía hacerlo. Más que para pasar tiempo a su lado, era para ayudarle. Tenía que aclarar toda la jodida mentira que me habían contado desde pequeño. Tenía que descubrir la verdad por mí mismo, expulsar todo el venenoso odio que albergaba mi pecho.

Mi celular sonó a mi lado una vez para avisar que me había llegado un mensaje.

Era Vic.

«Kell, ya dejé a Megan en su habitación, si quieres puedo sacar a Elissa de allí para que tengas tiempo con ella. Eso :) ¿Ves lo buen amigo soy?»