CAPÍTULO 26: "Solo una cosa más"

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(Peter en galería. Zhi lo sé está super mega ultra bueno. Le doy hasta por la oreja)

P O V C H A R L E S

--- ¡Quítate de encima! -- grité desesperado. Escuché como reía a carcajadas a penas, ya que mis oídos estaban llenos de arena --. ¡Quítate, Cameron! ¡Sal, hipopótamo andante! ¡No respiro! ¡No respiro! -- empecé a decir desesperado.

Cameron se puso de pie, lo que me dejó respirar con normalidad y llenar mis pulmones de aire. No sé que le había picado, pero de la nada se tiró encima de mi y se sentó en mi espalda. Y aunque parezca delgado, de verdad que ese chico pesa casi una tonelada. Okey, estoy exagerando.

Me incorporo de a poco en la arena y cuando lo hago flexiono las rodillas y las rodeo con mis brazos, miro a mi primo con el ceño fruncido, pero sonriendo divertido al mismo tiempo. El me da un golpe juguetón en la cabeza y se tira en la arena a mi lado. No habla, no dice nada, entonces fijo mi vista en frente de mi. Y claro, a unos metros está parada Scarlett hablando con Kylie y Luke.

Está tranquila, conversa tranquilamente con sus amigos. Debes en cuando se muerde el labio inferior y niega con la cabeza, otras veces pone los ojos en blanco. Pero todo aquello no es nada en comparación a cuando sonríe. Y cada vez que sonríe, algo se rompe dentro de mi. Siempre es así. Creo que solo ella tiene el poder de destruirme por completo.

Detesto ser tan romántico cuando se trata de Scarlett. Jamás fui romántico, y no me gusta serlo porque me pongo demasiado sentimental y cursi, y nunca fui un chico con sentimientos. Pero bueno, ella saca lo peor y lo mejor de mi.

Lleva puesto un bikini de color celeste, que resalta el color de su piel perfectamente bronceada. Tiene unas curvas para morirse, eso sin dudarlo. Jamás la había visto en tan poca ropa, y viéndola así, con un simple traje de baño de dos piezas, me hace querer no regresar jamás a Nueva York.

Ya no tengo que darle más vueltas a nada. Yo dije que quería acostarme con Scarlett en este viaje, y juro que lo haré. Solo así podré saber si lo que siento por ella es pura atracción física, o si también es atracción sentimental. Ya no tengo por qué disimular que no quiero nada con ella. Ya se lo dije en el elevador, ya lo sabe. Ya puedo ser Thomas Conner cuando esté a su lado.

Cameron me da un pequeño empujón en el hombro, al mismo tiempo que mi mirada sigue a Scarlett que va corriendo hacia no se dónde, pero cuando lo hace pasa junto a nuestro lado. Cameron y yo la seguimos con la mirada unos segundos, y después nos miramos entre nosotros. El me sonríe.

--- Es hermosa, ¿no? -- me pregunta.

Suspiro. Claro que es hermosa. La mujer más hermosa que he visto jamás. Asiento.

--- Es perfecta. -- le respondo.

Cameron asiente lentamente con la cabeza y luego fija su mirada en el mar. Nos quedamos en silencio unos segundos. Un silencio para nada incómodo, todo lo contrario. De vez en cuando era bueno estar de esa manera. De alguna u otra forma, me tranquiliza.

¿Desde cuando eres tan blando, Thomas? Me das asco. Suenas como mujer.

Me doy un golpe mental por pensar en ello.

---¿Sabes? -- me pregunta Cameron de la nada y lo miro --. A veces siento que de verdad quiero volver a intentarlo con Scarlett. -- dice como si nada, sin mirarme.

Trago saliva, conteniendome a tirarme encima de el y darle un golpe en la nariz. Aparto mi mirada de el y la clavo en las olas.

--- Pero eso jamás va a pasar. -- ríe un poco --. Además, tiene esa idea en la cabeza de querer hacerse pasar por una perra sin corazón. No la soporto así.

El nieto de la Sra. Robertson ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora