Cap.23

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  Los siguientes tres días se volvieron difíciles. Al parecer Jay estaba cumpliendo la petición de ____. Estar alejado de ella. Faltaba exactamente una semana para el inicio de clases, al igual que una semana para que Jay se marchara. Respecto al trabajo, ____ no había vuelto a pisar la hacienda de nuevo. Will se preocupó por el dinero pero gracias a Dios la señora con la que trabaja subió su sueldo.
_____ la pasó junto a su hermana todo momento. Después de lo sucedido le era imposible dejarla sola, por ese motivo ella había parado en el Hospital y no se arriesgaría a que sucediera eso de nuevo.
Por el otro lado, Jay se encontraba dando vueltas en su habitación con la mirada de sus amigos, Bobby y Zico observándolo detenidamente. Habían pasado más de media hora con esa rutina. Trataron de convencerlo de que hablara con ____ y le explicara, gracias a una llamada de Min So, sin embargo, él se negó hasta el grado de cansarlos con su petición. ¿Cómo tratar de hablar con ella evitando que lo corriera o alejara de él?
—Yo digo que te escabulles por su ventana de la habitación, te escondas por ahí y cuando ella llegue le explicas todo— propuso Bobby , se echó para atrás azotando su espalda al colchón de la cama.
—Quiero explicarle la situación, Bobby. No que piense que soy un ladrón y toma la primera cosa a la mano y trate de asesinarme.
Bobby frunció el ceño.
—Iré por un refresco— Zico se dirigió a la cocina.
—Además llamaría a la policía y nos arrestarían—Añadió.
— ¿Nos arrestarían? Me suena a manada.
—Sí, 'nos arrestarían' porque tú fuiste el de la idea.
Bobby hizo una cara de espanto. — No quiero ir a prisión ¡Me violarían!
— ¿Quién querría violarte, idiota?
—Mira mi rostro — señaló todo el contorno de su cara—, soy demasiado bonito para no ser violado.
—En ese caso me violarían a mí —Replicó Zico.
— ¿Tratas de decir que soy menos violable? —Preguntó Bobby, frustrado.
—No sé porque hablamos de esto — Dijo Jay. Ocupó el mueble de centro para colocar su trasero. Llevó sus manos a su cabello.
—Hermano, solo debes decirle que lo sientes.
—Por primera vez estoy de acuerdo con Bobby — Dijo Zico al entrar a la habitación. Jay soltó un gruñido.
—No es tan fácil, ella me odia ahora mismo.
—Zico, si fueras un delincuente en prisión ¿a quién violarías primero a Jay o a mí?
Jay negó, torpemente. Su amigo era tan idiota.
— ¿Qué clase de pregunta es esa, hombre?
Bobby se encogió de hombros.
—No me esperen, iré al baño a suicidarme metiendo mi cabeza al excusado — Interrumpió Jay poniéndose de pie. Zico lo sujetó de los hombros, a veces Jay podía ser tan dramático.
—Haremos esto — Empezó a decir Zico llevando a su amigo dramático a que se tomara asiento a la orilla de la cama —, ¿____ está en su casa, no? —Preguntó. Jay asintió —. Bien, entonces entrarás por la ventana de su habitación mientras nosotros distraemos a su tío y hermana y tú le explicarás todo, desde principio a fin.
—Exactamente ¿Cómo? —Preguntó Jay .
—Pues si le quieres explicar con sexo, también es válido — comentó Bobby, haciendo una expresión pervertida con las cejas.
—No me refiero a eso — dijo Jay entre dientes—, sino a como distraerán a su tío y hermana.
—Eso déjalo a nosotros — Dijo Zico para tranquilizarlo, la verdad era que Jay no confiaba mucho en ellos así que la expresión de 'eso déjalo a nosotros' para nada lo tranquilizo. —Bobby , ¿Aun tienes esos trajes de la fiesta de quince de tu prima?
Él chico asintió.
—Jay , arréglate. Nosotros iremos por los trajes raros y nos vemos en la casa de ____ en una hora.
— ¿Para qué los trajes? —atinó a preguntar él.
—Esta tarde seremos los testigos de Jehová.
Bobby y Jay pusieron rostros de horror, espanto y confusión mezclado. Bobby y Zico no estaban muy involucrados con la iglesia así que si querían parecer misioneros de Iglesia tocando la puerta de Will y hablar de Dios fracasarían. Jay no tendría ni diez segundos con ____ sin pensar en que Will o Madison los interrumpieran entrando a la habitación de ella.
—Vamos, Bobby — ordenó Zico— debemos ir por los trajes.
—Todo lo que hago por ti — le dijo a Jay poniéndose de pie — Me deberás una grande, Jay. Una muy grande.
Y diciendo eso, ambos salieron por la puerta de la habitación de Jay dejándolo completamente nervioso. No tenía idea de como ir, no quería quedarse colgado en la rama de un árbol. Tal vez trepar el árbol desnudo sería una buena opción.
Respiró profundamente, miró su rostro por el espejo frente a él. Ya había dejado pasar tres días, era ahora o nunca.
Definitivamente ahora.

A reason to smile -Jay Park y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora