Buscado por amar

Capítulo 54

-¿Kurama, eres tú?

El rubio soltó al azabache y pelirrojo para ir con su antiguo compañero de trabajo, sin importarle que estos tuvieran que apoyarse entre ellos para seguir de pie.

-Él mismo en persona –sonrió autosuficiente.

-No te veía desde que saliste hace años –exclamó sorprendido, con aquella pizca de dureza e ingenuidad en su voz-. ¿Qué fue de tu vida? ¿Cómo es áfrica?

-Ya sabes, calor y enfermedades por todos lados. Pero si quieres ir de caza a zonas insípidas, una buena experiencia.

Ellos empezaron a hablar de su vida en áfrica y como había sido su viaje por el mundo, habría pasado casi 3 años desde que el pelinaranja se había retirado de la organización, exactamente para cuando cumplió 16. En ese entonces Naruto aún tenía 13.

-Oh, veo que ya te enteraste –murmuró Kakashi trayendo la cena que preparó Iruka-. Llegó hace algunos minutos, se quedará con nosotros por una temporada.

-¿Eso es verdad?

Kurama sonrió de forma jactante, como solía hacer Sasuke cuando creía que le ganaba al rubio en algo. Entonces Naruto también sonrió de la misma forma y se dieron un gran apretón de manos.

-¿Recuerdas? -preguntó.

-Obviamente.

Empezaron con un choque de puños con la misma mano y después con la otra, luego una pequeña palma donde cada uno avanzó hasta el lugar del otro. Después, ambos levantaron sus manos y dieron un pequeño choque entre los dedos, para luego retroceder y volverlo a hacer esta vez para abajo.

-Has crecido bastante –bufó Naruto-. Me llevas una cabeza –Kurama le puso su mano encima de la cabeza de Naruto y asintió.

-Bueno, tú siempre has sido un enano muy enano –el rubio se fastidió e intentó golpearle la cabeza por aquello, pero Kurama pudo detenerlo con una sola mano-. Lo ves, incluso sigues siendo más débil que yo.

Detrás de ellos, Gaara rogaba que Sasuke no se desmayara encima de él.

-¿Quiénes son ellos? –preguntó fijándose en como Gaara pedía ayuda con Sasuke.

-¿Uh? –Murmuró, ni se acordaba de que ellos seguían en su casa-. Ahhh, un par de compañeros de escuela.

El ojifuego levantó una ceja curioso: -¿Tú en una escuela? ¿Es que ya se acerca el fin del mundo?

-Tsk, me obligaron a hacerlo.

Kurama rió un poco mientras se acercaba a ellos. Gaara se mantenía parado con las justas, mientras que Sasuke empezaba a caer rendido en el suelo. Para el antiguo compañero del rubio, aquello era algo muy extraño, por no decir sacrilegio. Hasta donde recordaba, al único al cual se le permitía estar con el rubio era a Sai, y este no se encontraba ahí en ese momento. Los estudió por un momento, aunque llevaran uniformes de la organización realmente no parecían de ella.

-¿En qué grado se encuentran? –les preguntó.

-¿Disculpa?

-Ya saben –repitió aburrido-, en qué grado de poder se encuentran ¿Gennin? ¿Chunnin nivel C? No se ven muy fuertes que digamos. Y ese parece estar muriéndose –dijo señalando a Sasuke.

-Kurama –elevó la voz Naruto antes de que se le escapara algo más-, ellos no son parte de la organización.

-Вы хотите сказать вы положили военной одежде на пару гражданскими лицами? (¿Me estás diciendo que le has puesto ropa de militares a un par de civiles débiles?) –preguntó en ruso sorprendido.