Damian camino por los pasillos del ala de servicio buscando a Leda, quería preguntarle sobre una de sus camisas. Al acercarse al cuarto lavandería escucho una voz, su voz, era ella y estaba ¿cantando? Se asomo despacio tratando de no hacer ruido y no pudo evitar reír. Caliope tenia los cascos puestos y bailaba y cantaba feliz, cogía ropa de una de las cestas y la metía a la lavadora ¿Estaba haciendo la colada?
Sin hacer ruido Damian se alejo caminando dirección a la cocina, ¿Por qué estaba ella haciendo la colada? ¿Leda no la atendía? Quizás fuera cosa de su tía, Medea estaba dispuesta a todo para hacer la estancia de esa mujer lo mas incomoda posible.
-Damian –Leda lo miro sorprendida -¿Me buscaba?
-¿Mi tía te a ordenado que no atiendas a Caliope? –El la miraba con el ceño fruncido
-No –La mujer se sorprendió –No me ha dicho nada
-Estaba haciendo la colada -¿Entonces? ¿Qué estaba pasando?
-Oh –Leda sonrió –Caliope no querré que le sirva, hace su colada, se prepara su comida
-¿Y su habitación? –Damian se quedo pensativo, ¿no quería servicio?
-Ella misma se encarga –Leda se encogió de hombros
-Ya veo –salio de la cocina sin volver a mirarla ¿Por qué? Si lo que quería era pegarse la gran vida con el dinero de su familia ¿Por qué ella misma cocinaba, lavaba? ¿Qué diablos le pasaba a esa mujer? Subió las escaleras y camino por el pasillo de las habitaciones, pero en lugar de entrar a la suya siguió adelante, hasta la puerta de ella.
La abrió despacio y se asomo, estaba cuidada, recogida Camino por ella mirándolo todo, la cama estaba hecha, el cargador de un teléfono sobre la mesilla de noche, abrió el armario y observo la ropa doblada y colgada cuidadosamente. Al fijar la vista en el comodín pudo ver ¿fotos? Se acerco y las tomo, había una de ella con una chica, otra con un chico, abrazados, unas cuantas con un grupo de gente, la ultima era de ella de niña, con su madre y ¿Ese era su supuesto padre?
-¿Qué estas haciendo en mi habitación? –Caliope permanecía en la puerta mirándole confundida
-¿Se supone que debo darte una respuesta? –Damian dejo las fotos donde estaban y camino hacia ella –Por lo menos la mantienes ordenada
-Fuera –Caliope se aparto manteniendo la puerta abierta
-Claro –Damian camino hasta la puerta, pero se paro junto a ella y la miro de reojo –No te acomodes demasiado, no estarás mucho aquí
-Ojala –Caliope hablo en voz baja una vez cerro la puerta tras su salida de la habitación
-Buenos días Damian –Sebastián le observaba sonriente desde la entrada
-¿Tu por aquí? –Damian bajo las escaleras mirándole con una sonrisa -¿Temes dejar a tu protegida demasiado tiempo sola?
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Pasión Griega
RomanceUna llamada, un billete de avión y una cita con un abogado. Eso era lo único que Caliope esperaba encontrar al regresar a Grecia. Siete años llevaba ya fuera de casa, ¿Por qué? Por ella, por lo que era, por quien era. Con tan solo dieciséis años...